Seguramente Ud. conoce a John McClane, personaje inmortalizado por el actor Bruce Willis en la saga “Duro de Matar”.
Las películas se han caracterizado justamente por eso, por hacer que el personaje le escape a la muerte innumerables veces, dejando por el camino tiros, bombas, edificios demolidos, aviones derribados y claro, cientos de autos inutilizados.
La quinta entrega de la franquicia, llamada “A Good Day to Die Hard” trae consigo mucho de lo descrito, particularmente en lo que tiene que ver con la destrucción de autos.
Pero Ud. no vaya a creer que la destrucción es ficción. Por el contrario, los autos se rompen en la filmación, muchas veces inutilizándolos completamente.
“Hubo 132 (autos) que nunca podría ser utilizado de nuevo”, dijo a USA Today John Moore, el director de la película.
“Otro 518 requiere mucho trabajo. Y por alguna maldita razón hubo algunos buenos coches allí…. Esa es la gracia” señaló.
Lo cierto es que en una sola escena se destruyó un Lamborghini y otros autos por un costo total de 11 millones de dólares, que no incluye los también arruinados Mercedes clase G cedidos por la propia empresa.
Claro, McClane no podría ser McClane sin la destrucción y el rezo a la inmortalidad.
La película está en cartelera en nuestro país, así que puede ir al cine y “sufrir” por la muerte… de los autos, ¡por supuesto!
Vea el “detrás de escena” realizado por Mercedes Benz
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