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Los que nos siguen recordarán que en nuestra nota sobre el final del Rally de Alemania mencionábamos que había una tensión latente dentro del equipo Citroën, a pesar del excelente resultado cosechado, nunca mejor dicho, entre los viñedos del Mosela.
Pues esa tensión, manifestada fundamentalmente por Sébastien Ogier, lo ha llevado a los despachos de Dirección de la empresa. No se conocen exactamente los motivos, pero quienes hemos escuchado las declaraciones airadas y fuera de lugar del chico de Gap, como la sonada “Hay justicia en el deporte.” posterior al pinchazo de Loeb, nos imaginamos por dónde habrán ido los tiros. Julien Ingrassia, copiloto de Ogier, tuvo que salir a “matizar y suavizar” las declaraciones del impulsivo volante. “A veces mi compañero dice cosas que no piensa. Otras palabras hubieran sido mejores.”, comentaba el fiel escudero, completando con que no se alegraban del pinchazo de sus compañeros.
Veremos en Australia cuál será el resultado de la llamada al orden de los directivos de Citroën. Lo cierto es que la voz que se escuchó mas durante el fin de semana a nivel ejecutivo fue la de Jean-Marc Gales, miembro del Consejo Directivo del Grupo PSA, quien se refirió a la cuestión de la renovación del contrato de Loeb en términos claros. “Es simplemente inconcebible para nosotros que lo dejáramos marchar a Volkswagen.” manifestaba el francés a wrc.com, completando con una frase para nosotros muy significativa: “Nos hemos asegurado de que (Loeb) se sienta a gusto en el futuro.”
Mas claro, agua Señores. Se acabaron las permisividades de “Messié Quesnel” con su piloto inexplicablemente preferido, frente a quien es realmente el líder y el “buque insignia” de la marca, el heptacampeón del Mundo Sébastien Loeb.
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DOSEFES
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