Ya lo habíamos percibido cuando fuimos invitados al lanzamiento en la impactante sede central que KIA inauguró en Montevideo. El nuevo Picanto 2017, tercera generación del modelo, da un gran paso adelante, producto de la profunda injerencia del hombre que vistiendo siempre de negro le ha dado color y presencia global a la marca. Es Peter Schreyer.
Este singular alemán, a sus 64 años y a 11 de haber sido contratado por KIA, ha dirigido y conseguido un gran rediseño de un modelo que ya era bueno en su versión 2011, y avanza varios pasos para esta versión que “viene de Asia”, que a propósito así se traduce el nombre de la marca.
La “nariz de tigre ” (Tiger Nose) ha sido algo así como su firma en todo lo que ha diseñado para KIA desde 2009: Cadenza, Cee´d, Forte, K9, Optima, Rio, Sorento, Sportage. Y fue tal su éxito, que Hyundai, propietaria de KIA, también lo asumió como Jefe de Diseño para su Tucson en 2015 y el mas reciente i30.
“El tigre es poderoso, pero tiene algo de amigable…” ha dicho Schreyer. ¿Será por ello que la primera impresión visual de cualquier KIA siempre es buena?
Es lo primero que vemos en el nuevo Picanto, que está a la venta en las concesionarias de la marca y que hemos podido probar, como novedad en el mercado en cuanto al segmento “A”. Para el caso nos prestaron un EX Plus con caja automática (U$S 18.490), el tope de la gama, que también tiene al EX manual (U$S 16.990) y al EX Plus manual (U$S 15.390).
Caminando a su alrededor apunto: tiene elegancia, parece mas grande que el modelo anterior -aunque sus medidas en largo y ancho son iguales con 3.59 y 1.59 metros – pero sí es mas alto en dos centímetros y veo en la ficha técnica que tiene mayor distancia entre ejes, con imperceptibles 15 milímetros. Su frontal tiene un toque agresivo, cautivante, con faros camineros bien ubicados y luz diurna. Los espejos, eléctricos y que pueden calefaccionarse, son del color de la carrocería al igual que las manijas . Las llantas son otro ejemplo de como el ingenio de las marcas puede hacer tantos miles, distintas. En el caso de “mi” auto, son de 14 pulgadas, de aleación. El menos equipado, EX Manual viene con llantas de 13, con taza de plástico.
A bordo, muy buen espacio para su tamaño, y me sobran unos cuantos centímetros al techo. La posición de manejo es cómoda y hay por delante una muy buena superficie vidriada. El volante, de tres rayos, agradable al tacto, es ajustable en altura, en tanto los vidrios son eléctricos, tanto adelante como atrás. También son ajustables los apoyacabezas.
El instrumental es de fácil acceso e incluye mando en el volante para para Radio AM/FM/USB/Aux/I Pod/ y Bluetooth, así como para la computadora de abordo; bloqueo central de puertas; posavasos en la consola central (también los hay atrás); aire acondicionado con filtro anti polen y apertura interna de la tapa del tanque de nafta.
En el tablero, en un contexto negro con toques metálicos, tres esferas: cuenta vueltas, velocímetro con información sobre nafta restante; y la que contiene la información de la computadora.
El baúl, con bandeja que le cubre, tiene 50 litros mas de capacidad que el generación 2, y con posibilidad de ampliar los 255 rebatiendo un tanto el asiento trasero.
En cuanto a la seguridad hay que mencionar: doble airbag frontal; frenos con ABS; tercera luz de freno; dirección con asistencia eléctrica, cuatro cinturones de seguridad de tres puntas en el caso de las versiones EX Plus, anclajes Isofix y Toptether, sistema antirotación para las sillas infantiles; sensores traseros de estacionamiento; llave de acceso Keyless y desempañador trasero. En defensa del comprador hay que mencionar la garantía por tres años o 100.000 kilómetros.
El motor es 1.000 cc, tres cilindros, 12 válvulas y 67 HP, con una caja automática de 4 velocidades. En las versiones manuales, son cajas de quinta.
Con el EX Plus Automático llegué a una máxima de 155 k.h. Es buena la relación peso – potencia. Son sólo 950 kilos, y con un 12% mas de acero de alta resistencia.
En cuanto al consumo y teniendo una nafta carísima, le va a interesar saber que da a razón de 4,2 litros por 100 kilómetros o sea 472 kilómetros con 20 litros!!! En otras palabras 23 kilómetros por litro!!!
Ni que hablar que por su tamaño es ágil y con mejor posibilidad de estacionamiento. Hoy, en una ciudad “radarizada” y con multas que realmente duelen y dónde uno de los mejores negocios es tener un estacionamiento con precios que pueden llegar a los 70 pesos por hora, el Picanto ayuda.
Su pique no es lo mas destacable -sé que por otros lares se comercializa el 1.0 con Turbo- pero otra vez, ¿a quien le interesa andar rápido dónde no se puede? Me imagino como se deben sentir esos motores seis cilindros, que rara vez se manejan en tercera, como máximo….
Dobla y frena bien, estable y disfrutable pensando en nuestra velocidad ciudadana máxima, 75 k.h. Va en quinta, silencioso y a gusto, tanto como el conductor que va desde el Aeropuerto al centro consumiendo “casi” un litro de nafta.
Cuando el lanzamiento, nos hablaron de “este es un primer auto para jóvenes de menos de 40 años que buscan estilo y economía, o un segundo auto para familias que además buscan practicidad, seguridad”.
Ese es el “target”. Estoy por fuera en el rango de edad, y sin embargo estoy dentro en todo lo demás….
“
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