A casi 25 años de la pole position de Ayerton Senna en Japón, el Festival de Cannes premió el corto Sound of Honda/Senna 1989, que se lanzó a mediados de 2013. El corto fue galardonado en la categoría Titanium and Integrated Lions de la sexagesimoprimera edición del certamen, en su sección de creatividad.
Esto fue lo que escribimos en 2013, cuando se conoció el fantástico video
Faltan dos fechas para el final de la temporada de la Fórmula 1, y Alain Prost es el puntero del Campeonato. Su compañero de equipo, Ayrton Senna, se le acercó peligrosamente, intentando llevarse el máximo trofeo, tras una batalla a brazo partido entre ambos.
Suzuka es la penúltima fecha, y Senna consigue una impresionante pole position con 1.7 segundos de ventaja sobre Prost, quien clasifica segundo.
Se larga la carrera y Senna no lo hace de la mejor forma, quedando en el primer lugar el francés. Senna no le pierde pisada, y al llegar a la vuelta 46 Senna se tira por adentro en la chicana. Ninguno levanta el pie derecho, los autos se enganchan, y terminan fuera de la carrera.
Senna le pide a unos comisarios que allí estaban que le empujen su monoplaza, y vuelve a pista con el alerón delantero dañado. Ayrton llega a boxes, cambia el ala, y se lanza en búsqueda del primer lugar, que ocupaba Alessandro Nannini.
Cinco segundos era la diferencia entre Nannini y Senna, que el brasileño pulverizo en dos vueltas, y de nuevo en la chicaca, se tiró por dentro, logrando desbancar al italiano de la primera plaza.
Senna se alzó con la victoria tras un espectacular Gran Premio, pero la FIA, presidida por el coterráneo de Prots, Jean-Marie Balestre, decidió penalizar a Senna por haber cortado la chicana en su reingreso a pista tras el toque con Prost.
Allí se acabaron las aspiraciones al título de Senna, pues Prost se coronó Campeón, en una carrera que vio desde fuera.
Estamos en 1989, en Suzuka, escenario que dio revancha a Senna un año mas tarde, en 1990.
Veinticuatro años después, en 2013, Honda, motorizador de aquel McLaren MP4/5, decidió rememorar una vuelta de Senna en Suzuka, utilizando para ello luces y parlantes a lo largo del trazado nipón. El V10 de 3.5 litros suena en la noche japonesa, al ritmo de un haz lumínico que nos indica por donde estaría girando el piloto brasileño.
Para conseguirlo no solo fue necesario el tendido de cables, parlantes y luces, sino también la telemetría y el sonido del auto de Senna de aquel entonces.
Por si no lo vio, aquí está nuevamente el fabuloso video, con el exquisito sonido que tanto se extraña por estos días.
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