Finalmente ninguno de los organizadores de las pruebas del Mundial de Rally firmó el acuerdo propuesto por la FIA y que vencía el pasado viernes. El contrato, de cinco páginas, estipulaba un aumento de 80.000 Euros a la cifra que cada organizador debía pagar para 2013, a efectos de que la FIA garantizara la difusión televisiva a nivel internacional. La FIA amenazó con no tener en cuenta en el futuro calendario a quien no firmara.
El tema seguramente será retomado el próximo viernes en la reunión del Consejo Mundial, pero los organizadores parecen firmes y actuando en bloque.
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