Hace unos días dábamos la primicia de lo que sería la reedición de la marca fundada por Jean Rédélé hace exactamente 50 años, es decir Alpine, la firma que construyó, principalmente, Renault.
Fruto de la imaginación del nuevo jefe de diseño de Renault, Laurens van den Acker, el nuevo Alpine tomó como base al Renault DeZir, prototipo presentado al público en el Salón de París de 2010 y hoy, tras algunas modificaciones, ha hecho su aparición estelar en la previa al Gran Premio de Mónaco, de la mano de las máximas autoridades de la firma gala, incluido Alain Prost, embajador de la marca.
El color de la carrocería, el diseño, y hasta la iluminación led amarilla de forma circular nos hacen tener reminiscencias del mítico A110 de los años 60.
Según la información oficial, el chasis es tubular heredado del Mégane Trophy, y las medidas de la carrocería, construida en fibra de carbono, son de 4.330 mm de largo, 1.961 mm de ancho y apenas 1.230 mm de alto.
EL motor que equipa el Apline es un V6 de 3.5 litros que eroga 400 caballos de potencia y va asociado a una caja secuencial de 6 relaciones, mientras que su posición es central-trasera.
Para frenar el Concept se sirve de sendos discos de competición firmados por AP de 356 mm adelante y 330 atrás, instalados dentro de las imponentes llantas de 21 pulgadas que montan cubiertas 245-35 y 256-35 en el tren delantero y trasero, respectivamente.
Si bien su abuelo era un auto que se sentía muy cómodo en el rally, este modelo parece sentarle muy bien el circuito.
Aún no se ha confirmado si se llegará a construir en serie, dependiendo seguramente, de la cantidad de pedidos de este modelo que Renault reciba.
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