El francés Frederic Sausset sufrió en el 2012 la amputación de sus manos y piernas a consecuencia de una septicemia, luego de sufrir una herida en una mano e infectarse ésta con una bacteria. Su familia tomó la dramática decisión médica para salvarle la vida a cambio de quedar discapacitado, pero Sausset se negó a dejar de conducir y comenzó a trabajar en el desarrollo de mandos especiales que le permitieran acelerar y frenar con los muslos, y también en un volante que pudiera mover sin sus manos. Los resultados le permitieron manejar su propio auto e incluso retomar su carrera como piloto aficionado.
El team OAK Racing pidió a la fábrica británica de autos deportivos Morgan desarrollar una barqueta LMP2 con motor Nissan, que fue inscrita como SRT41 Team by OAK Racing en el Campeonato del Mundo de Resistencia (WEC, por sus siglas en inglés).
Tras superar el escepticismo inicial, el carro y su piloto participaron en las “6 Horas de Barcelona” y las “4 horas de Motorland”, recibiendo el aval para competir en Le Mans con el Nº 84 en equipo con Christopher Tinsseau y Jean Bernard Bouvet. El sábado Sausset se convirtió en el primer discapacitado en Le Mans, pero luego se tiñó de hazaña, cuando los franceses completaron el recorrido, llegando novenos entre 25 LMP2 inscriptos y 38º en la general.
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