Se va acercando el Salón del Automóvil de Frankfurt, y las marcas comienzan a filtrar de forma oficial cuáles serán sus presentaciones estelares para el evento. Ya lo hizo, en parte, BMW con el M4, y ahora es el turno de la Ferrari 458 Speciale.
Hace cuatro años, precisamente en ese salón, se presentaba en sociedad a la Ferrari 458 Italia, modelo que sirve de base para este mejorado ejemplar. El 458 Speciale es justamente eso, una 458 especial. ¿Qué tiene de especial? mucho.
Para comenzar, su estética difiere del modelo original. El rosso corsa ha sido interrumpido por una franja bicolor, azul y blanca, que recorre el auto en el medio, desde el capot hasta la trasera. Además, los paragolpes, los spoilers laterales, los ingresos de aire en el frontal, y dos salidas de escape en lugar de tres son algunos de los cambios.
En cuanto a la motorización, se trata del bloque V8 de aspiración atmosférica jamás fabricado por Ferrari. El impulsor, de 4.5 litros y 605 caballos cv a 9000 vueltas y 540 Nm a 6000, aseguran poder acelerar del 0 a 100 km/h en 3 segundos, es decir, 4 décimas mejor que el Italia. Además, según Ferrari, el 0 a 200 km/h se hace en 9.1 segundos.
No solo ha sido mejorada su planta impulsora, sino que ‘adelgazó’ 90 kg con respecto al modelo presentado en 2009, teniendo un peso de 1.290 kg., lo que nos da una relación peso/potencia de 2.13 kg/cv.
Por otro lado, la electrónica mejoró sustancialmente, en pos de ‘tranquilizar’ la potencia y adecuarla al conductor amateur. La 458 Speciale cuenta con un sistema de control de ángulo de deslizamiento lateral, que funciona en conjunto con el diferencial electrónico E-Diff, lo que permite controlar el par enviado al eje trasero.
En este apartado, en colaboración con Pininfarina, Ferrari ha instalado un sistema aerodinámico activo, el que es capaz de modificar la forma de su frontal y zaga para optimizar el flujo de aire, en función de la velocidad que se circula. Este elemento es inédito en Ferrari, siendo el primer modelo en emplearlo.
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