Mientras en Italia muchos reclaman su renuncia el Jefe del equipo Ferrari de F1, Mattia Binotto se ha sido sosteniendo pese a que cada resultado es peor que el precedente en un año estadísticamente olvidable por los de Maranellos, ubicados en la quinta posición del Mundial de Constructores a 203 puntos del líder, Mercedes AMG.
Sin embargo, Mattia sigue en su puesto y ahora reclama por “paciencia pues puede tomar varios años volver al círculo de ganadores de la F1”.
Me imagino la cara de un “Ferrarista” (acá hay un montón), pues no está diciendo ni que será en las próximas carreras, ni en el 2021 sino que va mas allá, mezclando seguramente realismo con un pesimismo que rara vez se ve en un hombre que dirige el ámbito deportivo de una marca que justamente se hizo famosa, en gran parte, por sus actuaciones en la máxima categoría.
Justamente este domingo Ferrari lleva su participación No. 999 desde que la F1 fue formalizada como tal en 1950. Y el domingo siguiente, el 13 de Setiembre, celebrará su GP 1.000. Ambas carreras en Italia (Monza y Mugello).Y lo deberá hacer, salvo un milagro, basado en el historial y su estadística, pero dejando de lado su presente, concretamente este 2020 en el que su SF 1000 no les ha dado mas que dolores de cabeza.
¿Pero no es básicamente el mismo auto que el año pasado? se preguntará Ud. si no sigue habitualmente y al detalle los entretelones de la F1. Pero hay un porqué: el motor 2019 que utilizó Ferrari fue marcado por presuntas irregularidades, denunciadas por otros equipos, en su unidad de potencia. Debió actuar la FIA y se entiende que el resultado de dichas actuaciones demostraron que “algo anormal” había, aunque nunca se supo -pues la FIA nolo expresó- qué fue. Pero se estableció un acuerdo secreto entre Ferrari y la FIA por el cual el equipo italiano se comprometía a quitar lo que estaba mal. Y lo hizo.
Pero resultada que sin ello, el “cavallino rampante” se convirtió en un “matungo” que en la última carrera llegó a tener a sus pilotos por detrás de los de otros equipos también provistos del motor por Ferrari: Alfa Romeo y Haas. En las carreras anteriores de esta atípica temporada, apenas un 2do y 3er puesto para Charles Leclerc, con Sebastian Vettel (claramente echado del equipo) buscando motivación para cumplir el contrato y encontrando miles de problemas, pero con el compromiso asumido de no hablar mal del auto. Se va a ir otro año sin posibilidad de título, el último es el de Kimi Raikkonen en 2007.
-Se necesitan soluciones urgentes, pero Binotto se sincera: “No hay balas de plata en la F1. Se requiere paciencia y estabilidad, y volver a estar en el círculo de arriba nos puede demorar años. Lo que es mas claro es la pérdida de potencia (seguramente resultan del acuerdo que debió hacer con la FIA para no tener que soportar el papelón de que les dijeran que habían corrido parte de 2019 con un motor -a la criolla- perreado).
“El año pasado el motor cubría los límites del resto, pero en este año esta ya no es el caso, y estamos en el límite. Está mas que claro que debemos mejorar”.
Como se ve la realidad de Ferrari hoy, es clara. Lo que ha quedado en la oscuridad es la causa que generó esta actualidad. Se ha protegido el nombre de la marca en los escritorios, pero se lo está maltratando en la pista.