Con pequeñas quemaduras en manos y tobillos, una posible costilla rota PERO VIVO. Así terminó un incidente que le pudo haber costado la vida al francés Romain Grosjean hoy, en la curva 3, en el inicio del GP de Bahréin.
Su auto se fue directo a la barrera de contención e increíblemente explotó en llamas -nunca visto en al menos dos décadas (Berger, Watson, Donnely). El Haas se partió al medio, pero el piloto pudo salir tras mas de veinte segundos de entre las llamas y en sus primeros metros fue ayudado con los extinguidores de los auxiliares de pista, y los médicos del Safety Car (Van der Meuwe y Roberts) que actuaron rápido y bien. Luego fue subido a la ambulancia y trasladado, conciente, al Centro Médico.
El tanque de nafta al momento del impacto llevaría en el orden de los 105 kilos de combustible, pero no parece que el propio tanque (una bolsa de goma y compuestos) haya explotado sino que el mangón se haya roto (con cuatro o cinco litros que fueron los que provocaron las llamas. De haber sido el propio tanque habría sido un desastre. De cualquier forma el impacto fue impresionante, y el “Halo” parece haber contribuído en gran forma a que el piloto no haya sido golpeado en su cabeza, lo que podría haberlo inhabilitado a desabrochar el cinturón para salir del fuego.
La carrera, que recomenzó una hora y veinte minutos mas tarde fue para Hamilton, y va en nota aparte.