El líder de Top Gear se pasó de vueltas y ahora, marcha atrás

Jeremy Clarkson, uno de los mejores periodistas del automóvil del mundo.

Para quienes amamos a los automóviles el programa Top Gear de la BBC de Inglaterra es tema de culto. Y dentro de él, como un conductor excepcional, surge la figura de Jeremy Clarkson, el desgarbado inglés nacido en Doncaster, Yorkshire, que a sus 51 años es un gran referente en cuanto a opiniones sobre automóviles. Ha endiosado a varios y defenestrado a unos cuantos modelos, con el peso de la BBC atrás y de la inexistencia de compromiso alguno por agradar a tal o cual marca, desde 1988.

Con un presupuesto de producción envidiable, Top Gear ha generado clips espectaculares a través del trío que conforma Clarkson con sus colegas Richard Hammond y James May,  equipo al que en innumerables ocasiones hemos aplaudido a rabiar. Tan fuerte es el nombre Top Gear que varias copias, con licencia o sin ella, se pueden ver en la TV norteamericana, japonesa y australiana.

Bueno, pero el tema es Clarkson, tambien columnista del Sunday Times y The Sun, pues suelto de lengua como es, pronunció una frase que le ha generado tanta gente en contra como al parecer tiene Luisito Suárez en el flemático Reino del humor ingles: “todos los huelguistas deberían ser ejecutados ante sus propias familias….” Así como lo leyó, con otra fase agregada: “yo los mataría a todos de un tiro…como puedejn quejarse -hablando de empleados públicos- cuando tiene  sus sueldos y pensiones garantizadas cuando el resto de nosotros tendremos que trabajar de por vida…” Jeremy, un gran sarcástico seguramente no quiso decir eso en tono textual, pero sus comentarios fueron tomados agriamente y la BBC lleva mas de 50.000 quejas a través de emails de sus televidentes.

A esta hora ya expresó sus disculpas varias veces, pero me da la sensación de que el tema sigue dando que hablar porque unos cuantos opinan eso en serio y han calentado el ambiente, basados en Clarkson, que esta vez -al menos vocalmente- se pasó de vueltas y por mas marcha atrás que ponga,  ha apuesto sus dichos entre los mas odiados del público. (Bueno, al menos de los empleados públicos..)