Se le denomina FXX-K y es resultado del programa de investigación y desarrollo de Ferrari, en Maranello. Será presentada el próximo fin de semana en el circuito Yas Marina de Abu Dhabi y es un vehículo “laboratorio”basado en el primer híbrido de la marca, con la letra “K”en referencia al Kers, el sistema de recuperación de energía cinética que le permite maximizar su rendimiento.
En Ferrari nadie está pensando en homologarle, de acuerdo al comunicado de prensa de la marca, y por lo tanto no será utilizado en competición, sino en garantizaruna experiencia única a un selecto grupo de personas con los que la gente de “il cavalllino” se dará el lujo de llevar a cabo un programa de tests durante los dos próximos años. Tampoco están pensando en la venta del modelo.
La potencia total es 1.050 caballos, en base a un motor V12 (860 HP) y otro eléctrico (190 HP Mas) para un torque que excede los 900 Nm.
El Kers, que ya conocemos de la F1 ha evolucionado en este caso, ya que quien esté al volante, puede controlar las funciones a través de un “Manettino”(o leva) de cuatro posiciones ubicado al centro de la consola: modo “Qualify”para máxima perfomance durante un número limitado de vueltas; “long run”para una perfomance consistente; “Manual Boost”para un acrecimiento instantáneo del torque y “Fast Charge”para una recarga rápida de la batería.
A su vez posee diferencial electrónico, F1 Traction Control, Racing SSC (ángulo de deriva lateral) y un ABS de alta perfomance que también puede ser controlado, en cinco posiciones, desde el volante. La caja es una siete velocidades DCT.
En síntesis, una bestia que unos pocos probarán y que ha de ser muy difícil de domesticar.
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