Tesla, la empresa americana propiedad de Elon Musk, físico y emprendedor sudafricano, que fabrica autos eléctricos, presentó su Model X, un todo-terreno que se convertirá en el segundo modelo de la gama junto a la berlina Model S. Aunque la fecha para la revelación del coche estaba prevista desde hace tiempo, el fundador de la marca (quien también fundó nada menos que Pay Pal) aprovechó la actualidad del ‘caso Volkswagen’ para hacer valer las virtudes de su nuevo modelo.
Por ejemplo, en el momento en el que Musk explicaba el funcionamiento de los filtros de partículas que aislan el habitáculo de la contaminación externa que se activan pulsando un botón que denominó ‘bioweapon’ (algo así como ‘arma ecológica’), un nombre nada casual… y que ha dado lugar al lema: “igual de limpio por dentro que por fuera”, del que ha alardeado Tesla. Igualmente, al analizar las prestaciones del Model X en las pruebas de impacto lateral tomó como referencia al Audi Q5, presumiendo de mejores resultados en este ‘crash-test’.
Ya centrados en el Model X, hablamos de un modelo con características de todocamino y, a la vez, de monovolumen ya que cuenta con tracción a las cuatro ruedas y con tres filas de asientos que dan cabida a siete ocupantes. La capacidad total de carga según Musk es de 1.123 litros, aunque para ello se cuenta el baúl convencional más el hueco que queda delante al no haber motor de combustión.
Las puertas delanteras reconocen cuando el conductor se acerca, abriendo a su llegada al vehículo y cerrándola cuando está dentro.
Uno de sus elementos más llamativos, sin duda, son las puertas traseras ‘falcon wings’ de apertura vertical. Musk demostró su utilidad situando a un lado del Model X a un SUV 4 x 4 un Audi Q7) y al otro un monovolumen, separados por apenas unos 30 centímetros de espacio. Las puertas del Model X se abrieron y liberaron un espacio para acceder al vehículo. El monovolumen con la puerta corrediza no dejaba hueco para que las personas pudieran acceder cómodamente.
El sistema de propulsión es el mismo que el del Model S, con dos motores eléctricos de 262 CV cada uno en el 90D y una versión Performance con 262 delante y 510 CV detrás. Este último acelera de 0 a 100 km/h en 3,2 segundos (4,8 en el 90D); y tendría en ambos casos una autonomía de 400 kilómetros, con la velocidad limitada a 250 km/h. Por supuesto, está adaptado para poder recargarse en la red de supercargadores de la compañía y se recarga igual que el Model S.
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