Porsche sigue evolucionando y para bien. Tras los rediseños del Cayman y el Boster, y la presentación del 911 Carrera Turbo, se propusieron ir contra uno que no gustó -y con razón- como el Panamera, y lo mejoraron. Pero el gran desafío era el “Cayenne”, lanzado hace ya 17 años como el primer modelo no-deportivo de la marca de Zuffenhausen y establecido en el mercado global como un gran éxito. Se le hicieron pequeños cambios estéticos parciales en 2006 y se presentó su segunda generación en 2010 que exitosamente lleva siete años con singular éxito y siete versiones. Desde su presentación original a hoy se han vendido un total de 760.000 unidades.
Pero basta de pasado, pues Porsche se jugó ayer adelantando la presentación que absorberá todas las miras en el Salón de Frankfurt, en unos días, y que comenzará a verse en los concesionarios europeos a partir del 4 de Diciembre. Se trata del “Cayenne 2019” , por ahora anunciado en dos versiones, la de motor V6 de 340 HP (con un precio de 87.500 Euros) y la “S” con una planta motriz equipada con un tres litros biturbo capaz de 440 HP (a 107.000 Euros).
La presentación del nuevo modelo, en Stuttgart, la realizó el presidente de la compañía, Oliver Blume, que destacó que se trata de “un vehículo multitalento muy potente. Un modelo capaz de rodar bien en cualquier terreno, en carretera, en campo o en un circuito y todo ello ofreciendo placer de conducción”.
De pique, lo vemos un tanto mas conservador, elegante y serio. De frente es un “Macan”, y atrás un “Panamera”, buena combinación que seguramente tendrá un exterior mas llamativo cuando estemos ante la gama mas deportiva, el GTS y el Turbo.
Adentro llama la atención la pantalla de 12 pulgadas, “touch” y mantiene las características de refinamiento, elegancia y confort que ya advertimos cuando los primeros modelos llegaron al continente, concretamente a Mendoza, dónde fuimos invitados a probarles, ascendiendo la pre cordillera hasta un imponente paraje andino.
Ahora y por primera vez en la gama Cayenne, los neumáticos delanteros y traseros son de diferente medida e incorpora un eje trasero direccional y un sistema de tracción integral activa que será de serie desde la versión de acceso; también cuenta con suspensión neumática adaptativa y el “Dynamic Chasis Control”, un sistema electrónico que compensa el balanceo de la carrocería. Para ello recurre a barras estabilizadoras, que ahora son de gestión electrónica y funcionan mediante un sistema eléctrico de 48 voltios.
También en cuanto a sus frenos hay una interesante novedad y es que además de los normales de acero y los carbocerámicos (mucho mas caros), se ofrece una opción intermedia, más barata, y que según los técnicos es muy eficaz. Se trata de los discos recubiertos de carburo de tungsteno, que permite mejorar la fricción de los frenos y con ello su rendimiento, pero que reducen al mismo tiempo el desgaste de los discos.
El Cayenne es un ícono de ventas para Porsche en el mundo y por ello la gran expectativa que despertaba esta presentación. Desde ya, colmando las expectativas, especialmente de aquellos que quieren un vehículo así, pero sin tener que sentirse observados por estar llamando la atención.
Comentarios