La cuadragésima edición del “Dakar” a iniciarse el 6 de Enero en Lima, será un evento especial para Peugeot y dos de sus pilotos de enorme trayectoria. Para la marca del León, porque será el último ya que luego se centrará oficialmente solo en el RallyCross, cuyo futuro reglamento contemplaría la tecnología eléctrica en sus autos.
Para Carlos Sainz y Sebastien Loeb, porque también podría ser el último. El español ha dicho que evalúa seriamente retirarse de la competición activa, en tanto el francés volverá para algunas pruebas del Mundial de Rally con Citroen, la marca hermana del grupo PSA.
Ninguno de los dos han conseguido la victoria con Peugeot en el Dakar (Sainz ganó en 2010 con la VW Touareg) pero son nuevamente grandes candidatos en un equipo muy fuerte que completan Cyril Despres y Stephane Peterhansel, el máximo triunfador histórico, en trece oportunidades (6 en motos y 7 en autos, dos ellas con Peugeot, incluyendo la edición 2017).
La prueba que fue fundada en 1978, después de que el francés Thierry Sabine se perdiera en el desierto de Teneré, al norte de África, tiene como máximo ganador de etapas, en autos, al finés Ari Vatanen con 50.
El espíritu competitivo, al que acompaña un envidiable estado físico, le permite a Sainz ser uno de los candidatos para esta nueva edición con su 3008 DKR Maxi: “Tengo ya 55 años y estoy cerca del momento de retirarme de la competición activa, pero ahora mismo en lo único en lo que ando pensando es que la largada será el 6 de enero. No voy a participar pensando en que éste puede ser o no mi último Dakar, sino pensando en ganar, como siempre. Luego de la competencia habrá tiempo para pensar en el futuro. Ahora Peugeot se retira y no sé si habrá otras opciones (de correr en un equipo oficial) luego de enero. Hasta ahora no ha habido interés de ninguna otra marca en entrar. Está Mini solamente, pero no hemos tenido ningún contacto…” Veremos si esta vez, con el final en Córdoba, justamente dónde el español ganó su última Rally por un Mundial, se le da la victoria a Carlos, para que se vaya de la especialidad por la misma puerta grande por la cual ingresó.
Loeb, pese a su poca experiencia en raids, sorprendió con su rendimiento en sus dos primeras experiencias en el Dakar. En su debut, en el 2016, lideró más de la mitad de la prueba hasta que un accidente le retrasó. En el 2017 diversas desperfectos y percances le impidieron vencer, pero se mostró a muy buen nivel y estuvo siempre entre los primeros.
Comentarios