BMW, cumplió en estos días 100 años, marcados por la historia de Alemania y una sorprendente trayectoria que empezó con la fabricación de motores de aviones. La empresa que se convirtió en uno de los símbolos de la industria alemana nació el 7 de marzo de 1916, durante la I Guerra Mundial, como Bayerische Flugzeugwerke (Fábrica Bávara de Aviones).
Poco después, tras la derrota de Alemania, el Tratado de Versailles de 1919 prohibió a Alemania que fabricara aviones, por lo que la empresa debió reinventarse.
En 1922 es refundada con el nombre de Bayerische Motoren Werke (Fábrica Bávara de Motores), y adopta el logo azul y blanco con forma de hélice, un emblema que combina los colores del estado alemán del cual es originaria y sus primeros pasos en el sector de la aviación.
“Aquello por lo que se conoce más a BMW hoy en día, los autos, es lo que llegó en último lugar a su cartera de negocios”, cuenta Manfred Grunert, el historiador de la empresa.
Actualmente la empresa fabrica autos premium, de alta gama, motos, los lujosos Rolls-Royce, los Mini, y cuenta con 30 fábricas en 14 países, emplea a cerca de 116.000 personas y en 2014 tuvo un volumen de negocios de unos 88.000 millones de dólares.
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