La fiscalía alemana acusó al jefe de la Fórmula 1, Bernie Ecclestone, de haber pagado 44 millones de dólares al banquero Gerhard Gribkowsky para tratar de “mantener su poder” sobre el negocio de la categoría reina del automovilismo. Este viernes Ecclestone compareció nuevamente al juzgado de Munich, donde fue noticiado de la acusación.
Según la fiscalía, Ecclestone abonó esa suma al directivo del banco BayernLB para comprar su influencia, ante la venta de la participación que tenía la entidad financiera en la Fórmula 1, que finalmente (gracias al pago) fue a parar a CVC Capital Partners.
Con esta acusación, la fiscalía contestó los descargos que hizo la defensa de Ecclestone días pasados, la que dijo que Bernie estaba sufriendo el chantaje de parte de Gerhard Gribkowaky, quien supuestamente recibió el soborno, y quien fue procesado con prisión tras la maniobra.
La fiscalía sostiene que el pago del soborno se efectuó para evitar que alguien ajeno pudiera ensombrecer la posición de liderazgo de Ecclestone en el negocio.
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