Siete ganadores en siete carreras, como para que tiemble el récord de nueve consecutivas del que dimos cuenta en otro artículo de Motormario. Y todavía dos, de los seis Campeones Mundiales de esta Fórmula Uno, aún no han ganado. Y tampoco Grosjean, ni Pérez, ni los Force India y recordando lo ocurrido con Maldonado y su Williams, no me animo a descartar a nadie para una temporada loca y espectacular. Nada mejor para la expectativa que cada Gran Premio concita que tener un abanico tan amplio de posibles ganadores.
Y el gran tema siguen siendo los neumáticos Pirelli. Confieso que cuando escuché por vez primera a Paul Hembery, director deportiva de la marca, me pareció un personaje soberbio que dificilmente pudiera probar sus dichos. Es que en Diciembre expresó: “Pirelli le dará mas al espectador...” Y vaya si lo ha hecho, con carrreras impredecibles y con trámites insólitos como el que disfrutamos el pasado domingo en el GP de Canadá.
Tras cada carrera, el fanatismo -desde siempre- me lleva a la planilla de tiempos de cada uno de los participantes y obviamente, en este caso, me detuve especialmente en los de Fernando Alonso y su Ferrari. Fue evidente que su táctica de una parada fue buena hasta el 80% del trámite, pero luego resultó en casi un desastre, cayendo posición tras posición hasta arribar quinto, pero perdiendo de a cinco segundos por vuelta. El desgaste lo condenó, destrozando los planes del equipo.
Pero lo increíble es que fue la misma estrategia de Lotus, con Romain Grosjean. Pararon para cambiar los Pirelli super blandos por los blandos en la misma vuelta, y mientras los de Alonso se degradaron prematuramente, los del francés, no, permitiéndole un festejado segundo puesto, mostrándose competitivo ante el cronómetro aún en el último giro. Conclusión, los neumáticos de Alonso duraron -en condiciones de guarismos cercanos a la punta- unas doce vueltas menos.
El gran tema es “entender a los neumáticos...” y esto no es otra cosa que analizar, carrera a carrera, el comportamiento de los mismos en relación a la puesta a punto del auto, a las condiciones del asfalto del circuito y al tipo de manejo del piloto en cuestión. Es decir, una partida de ajedrez dónde si bien importa un auto veloz en clasificación, no es condición exigible para la carrera. En Canadá, Grosjean (2do) y Pérez (3ero) largaron octavo y decimo quinto y sin embargo…
Por si fuera poco, hay un lote limitado de neumáticos por auto, con lo cual hay que cuidarlos en los entrenamientos y carrera.
Si comparamos este año con el pasado, a esta altura en 2011 Sebastian Vettel ya había ganado cinco carreras, siendo segundo en otras dos y la diferencia en el Mundial de Pilotos, entre el primero y el sexto era de 129 puntos, cuando ahora hay 25 entre los cinco lìderes, faltando trece carreras.
A esta altura, lejos de soberbias, las palabras de Hembery fueron proféticas.
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