La frustración de Daniel Ricciardo fue bien clara en su cara y actitud en el podio. Ese segundo puesto fue como una dura derrota, sobre todo porque vino como un gol en contra. Sí, un error de su propio equipo le quitó la victoria, y no una cualquiera, sino en Mónaco.
El equipo ha explicado lo ocurrido de la siguiente manera: cuando Hamilton ingresó a boxes para colocar los neumáticos ultra blandos (aro violeta), Red Bull decidió parar en la siguiente vuelta, pero con un cambio respecto al plan original de colocar blandos. La decisión fue super blandos usados que habían sido utilizados en la Q2 de clasificación.
La situación se complicó entonces pues esos neumáticos a colocar cuando ingresara el auto a los pits estaban al fondo del box de Red Bull. Recordemos que por un tema de espacio, los boxes de Mónaco son muy apretados y es hasta difícil caminar dentro de ellos.
Los mecánicos se encontraron con una orden que cambiaba lo que estaba planificado, las gomas originalmente supuestas para ese recambio sí estaban prontas, y por ello se retrasaron en traer las que ahora iban a ser utilizadas y se perdieron varios segundos con el auto parado, “sin calzado” hasta que aparecieron, todavía envueltas en sus frazadas térmicas.
Christian Horner a su vez agregó: “de la manera que estamos instalados durante la carrera aquí en Mónaco, la pared del pit está arriba y el garage un piso abajo. Las gomas están calentándose en el garage y detrás de él e infortunadamente las que precisábamos estaban en el fondo de todo. El cambio de lo que en principio estaba planificado con las de banda amarilla a las de banda violeta terminó costándonos unos diez segundos. Fue feo ver como una victoria se perdió así. No hay nada mas que el equipo pueda hacer que pedirle disculpas a Daniel. Como equipo, ganamos juntos y perdemos juntos. El hizo todo bien en la carrera”.
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