Si no fuera porque “Gonchi” se mató en uno de sus autos, Roger Penske estaría -para mí- entre los cinco personajes mas importantes del automovilismo mundial. Pero olvidando por un momento aquello, como si uno pudiera, la información dice que Penske, con una de sus subsidiarias compró la IndyCar (sí, la categoría) y por si fuera poco, el Indianápolis Motor Speedway, sede de las 500 Millas.
En un comunicado, Penske Entertainment Corp. anunció ayer que completó la compra a Hulman & Company, agregando estos activos a sus equipos de Nascar e IndyCar, y los Supercars australianos.
“El circuito de Indianápolis ha sido la pieza clave y la catedral del motor desde 1909 y la familia Hulman-George ha servido orgullosamente como propietaria de esta gran institución durante más de 70 años. Ahora, cedemos la posta a Roger Penske y Penske Corporation, que se convierten en el cuarto propietario del icónico trazado. No hay nadie más capaz y cualificado que Roger y su empresa para liderar la IndyCar y el circuito en el futuro”.
Por su parte, Roger Penske comentó: “Tenemos mucho respeto y aprecio por la historia y la tradición del circuito de Indianápolis y la IndyCar. Quiero agradecer a Hulman & Company la oportunidad de trabajar sobre su legado y será un honor para Penske Corporation ayudar a liderar estas grandes instituciones hacia una nueva era”.