Scott Dixon fue quinto pero alcanzó para conseguir su tercer título en la IndyCar. Así lo celebró.
Tras un gran final de carrera, Will Power ganó la prueba de IndyCar en Fontana en tanto el título fue a manos de Scott Dixon, el tercero que consigue en la categoría.
Fue una estupenda prueba, muy intensa y muestra de ello es que sólo nueve autos llegaron al final, y con sólo cinco en la vuelta del ganador. A su vez, se produjeron veintiocho cambios en la punta, entre once autos.
También fue una carrera de errores, alguno grosero como el del equipo Penske quien llamó a boxes a Helio castroneves cuando los boxes estaban cerrados, por lo que luego tuvo que hacer un “pase y siga” a falta de 40 vueltas. De cualquier manera mantuvo esperanzas de conseguir el título hasta que se se le quebró un alerón delantero y tuvo que parar, perdiendo una vuelta.
Allí solo le quedaba una debacle a cargo de Dixon, y a punto estuvo de pasar ya que los detritos en pista, consecuencia de varios toques no sólo aparejaron banderas amarillas sino mucha suciedad que se metió en los conductos de ventilación hacia los radiadores. Un par de veces tuvo Dixon que parar para quitarlos, pues la temperatura del motor se iba a las nubes.
Finalmente, su quinto puesto fue suficiente para conseguir el Campeonato, con 27 puntos de ventaja sobre el brasileño.
“Fue un día de locos” dijo Scott. “Tuvimos que trabajar mucho en la estrategia, en el auto y con ese tema del sobrecalentamiento en el final.. Todavía no puedo creer que he ganado el título. Es fantástico…”
Mientras tanto, Will Power ganó con autoridad la carrera. El piloto de Penske lideró 103 de las 250 vueltas.
“Esta victoria es la mejor de todas. Esta vez puse todo desde el principio, sin cuidar..” decaró el ganador, quien dejó como segundo a Ed Carpenter, con Tony Kanaan completando el podio.
El peor accidente de todos fue el ocurrido a Justin Wilson (muchos le recordarán como compañero de Gonchi en el equipo Astromega de la F. 3000). Su auto fue casi partido en dos por el de Tristan Vautier y como consecuencia el británico tuvo que ser conducido al hospital local, dónde se le constató una pequeña fractura de pelvis.
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