El piloto Haral Müller logró batir el récord del drifting ininterrumpido más largo del mundo, tras conseguir hacer derrapar su Toyota GT86 por 2 horas, 25 minutos y 18 segundos.
Para lograrlo, fue necesario adecuar un helipuerto con agua, por supuesto, para evitar que el caucho de las ruedas traseras se despedacen en el intento.
El trayecto recorrido ‘de costado’ fue de 144.126 km, por el mareante período de 612 vueltas al improvisado circuito circular.
El anterior récord estaba en manos de Johan Schwartz con un BMW M5, con el que había logrado completar 84.13 km.
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