Sainz y Peugeot, a 120 kms de una gran victoria

Carlos Sainz, un monstruo del automovilismo. Con su hijo en la Fórmula 1y a sus años, está a punto de ganar otra vez el Dakar.

Carlos Sainz, un monstruo del automovilismo. Con su hijo en la Fórmula 1y a sus años, está a punto de ganar otra vez el Dakar.

Está allí nomás. Falta una corta etapa, con principio y final en la ciudad de Córdoba -justamente dónde celebró su última victoria en un Mundial de Rally- para que Carlos Sainz, a sus 55 años, consiga su segundo Dakar, tras el de 2010.

Hace 28 años que consiguió su primer título en el Rally Mundial, y sólo él sabe lo que se siente ante esta histórica posibilidad de repetir la victoria en esta prueba para gigantes, un raid tremendo, que sería imposible concebir mas difícil.

Como en otros tiempos fue Luis Moya, ahora en su butaca derecha va Lucas Cruz, y juntos tienen con el Peugeot 3008 DKR una  cómoda ventaja de mas de 46 minutos sobre Nasser Al Attiyah y su Toyota. Justamente el catarí fue el dueño de ésta etapa, la penúltima, entre San Juan y Córdoba, durísima y cobrando víctimas, como la de Monsieur Dakar, cayendo en una trampa de arena que le hizo darse contra un árbol, perdiendo una hora. Peterhansel pudo seguir, luego de que los mecánicos de Peugeot Sport hicieran las urgentes reparaciones, pero nada podía hacer con el esguince en su dedo pulgar que le hizo completar el recorrido del especial con mucho dolor y encima sin la dirección asistida. El francés pretendía su décimo cuarta victoria, pero puede ni siquiera estará en el podio, dónde por lógica, si es que la hay, deberían estar el 3008 DKR y las Toyota Hilux de Al Attiyah y De Villiers.

Peterhansel sufrió la etapa.

Peterhansel sufrió la etapa.

Para Peugeot será una victoria pírrica, habiendo perdido en el camino las chances de Loeb, Despres y Peterhansel, pues ni siquiera el 1-2 que pareció vaticinarse hace un par de días, se dará.

Sainz culminó sexto en la etapa, a 19.37″ de Al Attiyah, buscando no meterse en ningún problema y sabiendo como podía administrar su ventaja. La ganó el catarí, seguido del argentino Lcio Alvarez (Toyota) y del sudafricano Giniel de Villiers (Toyota). Allí en la pelea pudo haber estado el holandés Ten Brinke, pero abandonó por un insalvable problema mecánico.

Ahora queda una prueba especial de 120 kilómetros, toda sobre tierra. Sainz sabe perfectamente que todo puede derrumbarse en un segundo, como ya le ha sucedido en el Dakar. Será cuidadoso, y haciéndola a 30 k.h. sería suficiente. Pero debe hacerla y después, si quiere, le dará un beso al León en la trompa del DKR y con un rugido bien podría despedirse del automovilismo activo, como un Señor entre los Señores Pilotos…

CLASIFICACION DE LA PENULTIMA ETAPA

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CLASIFICACION GENERAL

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