WRC: Se larga hoy el Rally de Turquía

Ott Tanak y Martin Jarveoja, líderes del Mundial con el Toyota Yaris WRC. Una difícil fecha ante ellos en Turquía.

Comienza hoy, con el shakedown y un corto Super Especial (a las 14 de Uruguay)  el Rally de Turquía, la undécima fecha del Mundial, basada en la ciudad turística de Marmaris.

Once World Rally cars están inscriptos, mas tres del WRC2 Pro y trece mas en el WRC2 .

Toyota llega como el líder actual del Campeonato, Ott Tanak, junto a Jari Matti Latvala y Kris Meeke, en tanto Citroen lo hace con el actual Campeón, Sebastien Ogier y el finés Esapekka Lappi.

El belga Thierry Neuville, Dani Sordo y Andreas Mikkelsen conforman la dotación a bordo de los Hyundai i 20, en tanto el M Sport Ford presenta a Teemu Suninen, Elfyn Evans y un tercer auto para el sueco Pontus Tidemand.

Tanak tiene actualmente 205 puntos, frente  los 172 de Neuville y los 165 de Ogier.

En la WRC2 Pro Skoda corre con el líder, Kalle Rovanperay Jan Kopecky en los Fabia R5 Evos, teniendo como directa competencia al británico Gus Greensmith con el Ford Fiesta R5 MKII.

UN RALLY COMPLICADO DE TRANSITAR

Turquía es un rally muy duro, de la vieja escuela, que se gana tanto con la cabeza como con el pie derecho. Para el Campeón, Ogier: “El año pasado Turquía fue más duro que cualquier otro”, dijo. “Definitivamente por su aspereza, y el tamaño de las rocas que terminan siempre en la línea del trillo. Turquía es difícil para el coche porque, cuando las velocidades son más bajas, hay menos refrigeración natural para los componentes”.

Y el calor será un gran problema esta semana. Con la temperatura ambiente que se espera que se mantenga alrededor de 30 grados.

Pero, como dijo Ogier, lo que echarán de menos es el flujo de aire que se obtiene en las secciones más rápidas para enfriarlo todo. El viernes, en particular, las rutas son técnicas, con curvas y zonas muy rocosas.

Y el mensaje es: cuanto más estable, mejor. ¿Pero qué significa eso en realidad? ¿Cómo se gana lentamente?

Sobre el papel, es sencillo: das menos estrés y, por lo tanto, menos calor al auto. Hay que frenar más progresivamente,  con menos fuerza para tratar de mantener los discos más fríos.

Intentar mantener el auto lo más recto posible ayudará a cuidar la banda de rodamientio de los neumáticos y disminuirá la posibilidad de que una de los millones de rocas que bordean la ruta perjudique a las Michelin.

Mantener al piloto y al copiloto a su temperatura óptima de trabajo es difícil cuando los termómetros en el interior de la cabina alcanzan hasta 60°C. La tripulación utilizará todo, desde chalecos de refrigeración hasta un aerosol de mentol en el antiflama, que enfría la transpiración.

Más allá de lo fisiológico, está la batalla psicológica para los pilotos. Es la tortuga y la liebre otra vez. Se necesita paciencia y cerebro para no seguir siempre al corazón.

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