Para Dean Stoneman su victoria en la GP3 del domingo pasado fue algo mucho mas especial que el primer puesto y la celebración con champagne. Es que el inglés, nacido en Southampton y a sus 24 años uno de los veteranos del grupo de la categoría promocional, fue diagnosticado hace cuatro años con cáncer testicular.
La enfermedad se propagó al hígado y sus pulmones y así, luego de haberse asegurado el Campeonato de la Fórmula 2 y con un test comprometido con el equipo Williams de F1, tuvo que iniciar otra batalla por su vida.
“Entrenaba muy fuerte para el tests de F1, buscando fuera en mi cuello y dedicando tres horas por día al trabajo físico, pero la noticia del cáncer fue un shock. Cuando me lo dijeron pareció que le hablaban a otra persona, pero no me senté para empezar a llorar. Pregunté al doctor si me podía curar y me dijo que tenía un 40% de chances de sobrevivir. Luego el especialista me dijo que si no recibía tratamiento inmediato, estaba a sólo dos días de no tener chance alguna y en dos semanas estaría muerto. Comencé de inmediato y bueno, creo que no era para mí, pues luché, es lo que he hecho toda mi vida, y con la ayuda de muchos y 14 horas de quimioterapía al día fuío saliendo. Perder el pelo fue duro, pero así son las cosas y fuí fuerte y seguí adelante”.
Su constante motivación fue volver a correr y cuando estuvo sano al cien por cien, lo hizo. Se atrasó un poco en su escalera de logros, y el domingo llegó a sus 24 años la primera victoria en la GP3. Pero a esta altura, la batalla mas importante ya le quedó atrás.
And now that he is back to full health, Stoneman is already back in the car and looking to make up for lost time.
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