La información recogida por los sensores del equipo Mercedes AMG señaló que al chocar Lewis Hamilton con Nico Rosberg en la primera vuelta del Gran Premio de Alemania, la diferencia de velocidad entre ambos autos era de 17 km/h, favorable al británico.
Diversos medios especializados concluyeron que al ver Hamilton la luz roja en la parte trasera del auto de su compañero, dedujo que éste no había cambiado su mapa-motor tras la largada y que la potencia que generaba el motor de combustión interna se estaba usando para recargar las baterías. Eso y la clara diferencia de velocidad hicieron al británico intentar el sobrepaso.
Rosberg, aunque cerró totalmente la trayectoria, no habría cometido ninguna infracción, en vista que el Reglamento prescribe que barrerse de tal forma solo está prohibido si el auto que intenta pasar está parcialmente emparejado con el que va delante.
En principio Rosberg habría cometido un error, pero no por el modo en que intentó bloquear a Hamilton, sino al ajustar su mapa-motor ya desde la largada. Sin embargo, el alemán pudo superar por fuera al inglés tras quedar por detrás de éste en la largada y ello no habría sido posible con el mapa-motor inadecuado, por lo cual los ingenieros dedujeron que Rosberg sufrió un repentino problema de erogación de potencia.
A pesar de que Rosberg era 17 km/h más lento que Hamilton al momento del choque, ambos Mercedes AMG se habían separado notablemente del pelotón en apenas tres curvas, lo cual evitó que otros autos se vieran involucrados.
El lugar de la pista donde Rosberg y Hamilton chocaron no es una zona de alta velocidad, por lo cual 17 km/h de diferencia son demasiados y solo pueden explicarse con un repentino desperfecto.
La evidencia de una anomalía técnica hizo que el equipo no recriminara a sus pilotos en forma alguna y que estos tampoco se culpen mutualmente.
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