Finalmente, el grupo Volkswagen designó a Matthias Muller como el CEO del grupo en sustitución de Martin Winterkorn forzado a renunciar por el vergonzoso episodio de la filiar Estados Unidos, que a través de un software, colocado en 11 millones de unidades diesel, alteró los resultados de las emisiones de sus vehículos para que se acoplaran a lo exigido en el mercado norteamericano.
Muller, de 62 años, seguirá siendo, hasta que se nombre a un sustituto, el director de Porsche, en tanto ejerce como máxima autoridad de un grupo sacudido por este escándalo. “Mi tarea mas urgente es de volver a ganar la confianza de todos en el grupo Volkswagen y para ello no dejaré piedra sin mover y actuaré con la máxima transparencia. Durante mi liderazgo Volkwagen hará todo lo necesario para cumplir con los requisitos gubernamentales…” dijo el nuevo CEO.
El usar un software secreto en sus modelos TDI -para adecuarse a las reglamentaciones- ha sido un sacudón para VW, y aunque ello sea referido, al menos por ahora, al mercado norteamericano, acabo de leer en O Globo -pues estoy en Brasil en estos días- que el gobierno brasileño también efectuará controles especiales al respecto en modelos de Volkswagen. Otro tanto ocurre en Europa.
Por ahora, amén de quedar en una delicada posición, VW debería pagar 18 mil millones de dólares y llamar a servicio para acondicionar a unos 485.000 vehículos, pero se obligará a si misma a una reestructura completa en la región norteamericana, y se verá que ocurre de aquí en mas en los otros continentes.
Veamos este artículo publicado por BBC en español para comprender como se descubrió y el significado de este engaño para la marca.
…….Fuente BBC en español…….
El responsable de destapar el engaño de Volkswagen fue un ecologista, Peter Mock, director de un grupo mediambiental llamado Internatinal Council for Clean Transportation, (ICCT, por sus siglas en inglés).
Y todo empezó por un intento de demostrar que los controles de gases contaminantes en Europa son mucho menos exigentes que en Estados Unidos.
Mock quería hacer ver que los mismos modelos de una misma marca emitían menos gases nocivos en Estados Unidos que en Europa debido a que los controles eran más duros allí.
No imaginaba lo que se iba a encontrar.
Para ello, el año pasado, un equipo liderado por Mock se dispuso a estudiar las emisiones contaminantes del Volkswagen Jetta, Volkswagen Passat y BMW X5.
Lo hicieron con un sistema portátil de medición de emisiones (PEMS) que se coloca en el maletero de los autos, en colaboración con la Universidad de West Virginia, EE.UU.
Y fue este sistema el que descubrió el engaño de Volkswagen.
El sistema analiza directamente las emanaciones que salen del tubo de escape en tiempo real mientras va por carretera.
Y el equipo probó varios vehículos con el medidor de gases en viajes de 2.100 kilómetros, desde San Diego a Seattle.
El Volkswagen Jetta, fabricado en 2012, tenía unas emisiones de óxidos de nitrógeno 35 veces superiores a la legalidad, y el Passat, de 2013, las multiplicaba por 20.
“Esperábamos lo contrario. Esperábamos que los vehículos pasaran la prueba con mejores tasas de emisiones porque en EE.UU.hay un programa de pruebas más riguroso” , le dijo a un diario estadounidense Drew Kodjak, director ejecutivo de la ICCT.
Los hallazgos del estudio alertaron a la autoridad ambiental de California, que lanzó su propia investigación.
Y cuando se involucró la Agencia de Protección Medioambiental de Estados Unidos (EPA), VW tuvo que reconocer que había instalado de forma deliberada un programa informático en varios de sus modelos diésel para esquivar los límites de emisiones de gas.
Estallaba así la que probablemente es la peor crisis en la historia de Volkswagen, justo cuando la marca se había posicionado como el primer fabricante de autos a nivel mundial.
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