El retiro de Audi y luego el de Porsche, dejó a la categoría mayor del Mundial de Endurance, la LMP1 con un panorama sombrío en cuanto a la atención de los fanáticos. Pocos nos prendimos hoy tempranito para ver la largada de las 6 Horas de Spa, aún a sabiendas que sería el primer capítulo de una obra que estará en cartel toda la temporada: “La paliza de Toyota”.
Por mas que la FIA cambió en algo el reglamento para permitir a varios LMP2 pasarse a la mayor, resultaba evidente que nadie podría acercarse a los Toyota TS050 Hybrid que estarían comenzando el Campeonato 2018. Y estop se ratificó en los entrenamientos y la clasificación, mostrando que en realidad habría dos carreras en la LMP1. Entre los dos Toyota y luego entre los que aspiraban al tercer puesto.
Por supuesto que unos cuantos también prestaríamos atención a las muy interesantes GTE Pro y GTE Am, dónde los Ford GT, Ferrari, Aston Martín lucharían por la primacía, aunque lejos, muy lejos de los Toyota.
Anoche, recibimos una sorpresa que hacía el panorama aún mas negativo. El Toyota No. 7 de Conway, “Pechito” y Kobayashi fue penalizado con la pérdida de la Pole Position (por haberse encontrado irregular el flujo de combustible) y debería largar desde boxes, una vez que el resto hubiera cumplido una vuelta. Esto, salvo accidente o desperfecto mecánico le estaba otorgando la victoria al Toyota No. 8 de Alonso, Nakajima y Buemi.
Y demorarían tres horas en llegar a estar segundos (pasando auto tras auto, tras auto). No obstante, el No. 8 tenía a esa hora un minuto de ventaja sobre el No. 7, una diferencia demasiado importante a descontar….salvo que entrara un Safety Car, lo que ocurrió cuando Matevos Isaakyan estrelló su SMP BR1-AER (LMP2) contra las barreras en la tremenda sección de “Eau Rouge”.
Ahora sí, dije. Aunque entre ambos Toyota habían no menos de doce autos, la diferencia era de unos 12 segundos lo que obligaría a Fernando Alonso a defenderse y a Mike Conway a ir al ataque. Y el inglés hizo lo suyo, para colocarse en los escapes del auto hermano, pero no lo atacó y seguramente por orden superior, levantó, privándonos de ver la acción que habría de hacer válidas las seis horas invertidas ante el televisor. Me dió rabia, pero lógico. Tenían el 1-2 y un toque, en la lucha por la victoria, habría sido un gran papelón.
De esta forma, Fernando Alonso ganó una carrera por vez primera desde el GP de España de F1 de 2013. Ahora, compartiendo el manejo y el crédito con Buemi y Nakajima.
Para el asturiano ha sido una forma positiva de prepararse para la única razón que le llevó a aceptar correr también en el WEC, este año: las 24 Horas de Le Mans, próxima prueba del Mundial de Endurance y que junto a las 500 Millas de Indianápolis serían el “Grand Slam” a conseguir, para igualar el récord de Graham Hill.
El tercer y cuarto puesto fueron para el equipo Rebellion Racing con dos Oreca R 13 Gibson, siendo los mas rápidos de los ejemplares no-híbridos (situación exclusiva para Toyota). Lotterer, Jani y Bruno Senna subieron entonces al podio, en tanto Laurent, Menezes y Beche fueron cuartos.
Dillman, Webb y Kraihamer fueron quintos con el By Kolles Nissan, seguidos de Aleshin y Petrov en un SMP.
JEAN ERIC VERGNE SIGUE GANANDO
Viene siendo una gran temporada para el francés. Dos victorias en la FE (incluyendo la de Punta del Este) y ahora otra en la clase LMP2 con un Oreca que compartió con Runsinov y Pizzitola. A 21 segundos llegó el Oreca del equipo de Jackie Chan (sí, el actor) con Ho Pin Tung y Negrao al volante, en tanto Pastor Maldonado llegó sexto.
FORD VERSUS PORSCHE
Olivier Plá y Stefan Mucke consiguieron la victoria en la categoria GTE Pro, con el Ford GT del team Ganassi, que no pudo celebrar el uno-dos dado el accidente de Harry Tincknell en Eau Rouge. Dos Porsche 911 RSR quedaron para pelear al del óvalo tras el Safety. Christensen y Estre terminaron segundos, en tanto el tercer puesto fue para la Ferrari 488 de Rigon y Bird.
POR DOS DECIMAS EN LA GTE Am
Esa fue la exigua diferencia entre los Aston Martin de Pedro Lamy y Euan Hankey, siendo las imágenes mas atractivas del final de la carrera. La defensa de Lamy fue superlativa, consiguiendo la victoria por 221 milésimas.
Ahora vienen las 24 Horas, carrera que Toyota correrá ante si misma para sobrevivir y ganar.