WRC: Sébastien Ogier ganó la última prueba del año

12240443_10153273365390678_9020261553407969506_oA Sébastien Ogier no le alcanzó con haber llegado a Gales como campeón del mundo, no le bastó que su vehículo, Volkswagen, fuera el más laureado del año. El francés, heredero de la senda triunfadora de su coterráneo Loeb, llegó a Gales para despedir el año de la mejor forma, y así lo hizo. Ogier ganó con una renta de 26 segundos sobre Kris Meeke, y de 36 sobre Andreas Mikkelsen.

Ogier comenzó el rally muy bien, y desde el inicio de la competencia se puso al frente, con Latvala, Meeke y Mikkelsen a sus espaldas. La lucha por la punta se daba entre los dos hombres más fuertes de Volkswagen, y se truncaba en la primera etapa, en el bucle matinal, tras un fuera de ruta del piloto finlandés.

Así que detrás de Ogier ya se posesionaba Meeke, el único capaz de seguir el ritmo al de Gap, pero sin alcanzarlo. Es que Ogier se dedicó a hacer su buena renta en la primera etapa, para mantenerla en la segunda, y respirar en la tercera. Todo eso sin dañar el auto, con caminos muy resbaladizos.

12249972_10153275877615678_8233809913525899881_nSin embargo, Neuville volcó en la segunda etapa, y cuando llegó Ogier al lugar, perdió unos 30 segundos. Así que por momentos Meeke pasó a liderar la carrera. Más tarde, y tras la revisión de los comisarios, el tiempo le fue devuelto a Ogier, y con el, la punta de la competencia.

Meeke lo hizo todo cuanto pudo para recortar la diferencia, y de hecho limó unos 4 segundos entre la segunda y la tercera etapa, pero tuvo que conformarse con un meritorio segundo puesto.

Ogier se llevó una nueva victoria, y ésta vez, la alegría se opacó tras los atentados de la noche del viernes en la capital de su país natal, pues el piloto dedicó su triunfo a las víctimas de los actos terroristas.

El WRC volverá en enero, con el Rally de Montecarlo.

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