En febrero de este año Mercedes Benz anunció la presentación, en el Salón de Ginebra, del nuevo Clase S Coupé. Se trataba del reemplazante de la Clase CL, una inmensa coupé equipada con el máximo de tecnología y diseño de los de Stuttgart. A su nombre se le agregaron las tres letras mágicas AMG, y con ello, el mejor exponente de las plantas impulsoras de Affalterbach. Eh aquí el S Coupe 63 AMG.
Estéticamente se diferencia del modelo standard por nuevos paragolpes, tanto delantero como trasero, y nuevos spoilers. Las salidas de escape (4) también son diferentes, y los pasos de rueda se agrandaron para albergar las enormes llantas de 19 o 20 pulgadas. El trabajo aerodinámico, con un nuevo difusor, también fue modificado.
Por supuesto que el interior también sufre modificaciones, agregando un toque deportivo con la fibra de carbono y el cuero, y a instrumentación, digital, fue adaptada al carácter del modelo firmado por AMG.
Esta versión recurre al bloque V8 de 5.5 litros biturbinado, capaz de entregar 585 CV y 900 Nm de par, 130 caballos más que la versión más potente hasta el momento presentada, la S500. La transmisión corresponde a la AMG Speedshift de 7 relaciones, que transmite la potencia al eje trasero en el caso de la versión de tracción simple, y a las cuatro ruedas (33% de potencia adelante, 67% detrás) en la versión 4Matic.
Así, el S 63 Coupe Amg es capaz de un 0 a 100 km/h en 4.3 segundos, mientras que la cifra se reduce hasta os 3.9 en el caso de la variante de tracción a ambos ejes. En ambos casos, la velocidad máxima está limitada electrónicamente en los 250 km/h.
El sistema Magic Body Control se encarga de la suspensión, con un seteo específico de amortiguadores, barras estabilizadoras más grandes y subchasis trasero más rígido. Recordemos que el sistema es capaz de “leer” el terreno delante del vehículo, para anticipar un mejor empleo de la suspensión, según el caso.
Este modelo será presentado oficialmente en el próximo mes de abril, en el Salón del Automóvil de Nueva York.
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