El autódromo Eduardo P. Cabrera de la ciudad de Rivera va tomando forma definitiva. La seguridad es uno de los temas claves para sus veloces 4.200 metros de extensión y muy buen ancho.
Las obras están casi a término y se espera para el mes de julio poder contar con una habilitación condicionada de la Federación Uruguaya de Automovilismo Deportivo (FUAD) para poder realizar un ensayo con la categoría fronteriza monomarca Chevette.
Tras ello realizar los últimos ajustes que la FUAD encuentre pertinente y dejar todo listo para la gran inauguración a establecer en el mes de octubre en la que la Asociación Uruguaya de Volantes (AUVO) pondrá en pista a varias de sus categorías.
Luego de dos años de labor, el legendario autódromo riverense quedará habilitado con lo que Uruguay eleva a tres los autódromos aptos para el certamen pistero uruguayo: El Pinar, Polideportivo de Mercedes y Eduardo P. Cabrera de Rivera.
Tres años atrás, solamente teníamos El Pinar. Una muestra más del crecimiento y el interés que despierta el automovilismo como motor de las economías locales.
MARIO ROSA
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