Rolls Royce invittó a cenar a mas de cien clientes y lo hizo en un lugar bastante original: al costado de la línea de montaje. Hasta allí llegaron unos cuantos personajes en sus helicópteros y otros en sus Rolls, para ser tratados a cuerpo de Rey luego de un pequeño paseo por las instalaciones dónde se les mostró el trabajo artesanal que la firma realiza en sus vehículos.
Por supuesto que como siempre no hay almuerzo gratis, la oportunidad sirvió también para mostrar la nueva serie Phantom II en tanto el cuarteto femenino de cuerdas electrónicas “Escala” amenizó durante el aperitivo. Al retirarse los comensales no recibieron factura alguna, eso sí, una pequeña nota distinguiéndole con un posible descuento de un 10% por su futura compra.
No se ofrecieron detalles sobre el menú, pero seguramente no fueron panchos al pan….
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