La modificación en el reglamento de la Fórmula 1 para este año eliminó parte de la carga aerodinámica de los monoplazas (como los escapes soplados), y con ello, el grip de los vehículos, sobre todo, en el tren trasero. Por el momento las conclusiones tras las pruebas de Jerez son que los pilotos deberán ser más suaves al conducir, pues al haber menor down force, los neumáticos traseros toman menos temperatura. Además, los motores turbo tienen una reacción más violenta a la salida, por lo que puede haber patinazos al acelerar. Frenadas más largas y aceleraciones progresivas son moneda corriente entre las opiniones.
Por ejemplo, el piloto Felipe Massa, nuevo fichaje de Williams, comentó que pasarse en la frenada puede ayudar. “Cuando te pasas de frenada, eso también aumenta la temperatura de las ruedas”, dijo el brasileño. “Sin duda, creo que vamos a ver que los coches patinan más, porque tenemos menos agarre con una fuerza de torsión mayor. Pero, para ser sincero, nunca es bueno moverse tanto hacia los laterales. Pierdes tiempo, así que necesitas comprender cómo pilotar de la forma más suave posible”.
Kamui Kobayashi, por su parte, dijo que “la carga aerodinámica es mucho menor que antes, y también creo que los neumáticos traseros solían funcionar bien con el soplado del escape. Antes era bastante sencillo obtener la temperatura adecuada en los neumáticos traseros, ya que obtenías de forma natural mucho calor, pero ahora no hay nada. Incluso con un sistema de frenado inclinado no usamos mucho los frenos traseros, así que no hay mucha temperatura detrás. Este es el motivo por el que hemos de trabajar mucho y dedicarle tiempo también”.
Del mismo modo, Adrian Sutil se mostró preocupado por el tema. “En carreras frías, sin duda será un gran problema. Perdimos el efecto soplado y ahora se ve cuánto confiábamos en él y en el gran efecto que tenía. Ahora tenemos un solo alerón en la parte de atrás, y se ha perdido tanta carga que la tracción disminuyó en gran medida”.
“Sufrimos mucho para mantener la temperatura en los neumáticos. Fuera del pitlane en la primera vuelta fue mejor, pero luego desaparecía ese margen de maniobra y los neumáticos eran duros como piedras. Era como pilotar sobre hielo, algo muy complicado de controlar en estas condiciones con la fuerza de torsión del motor. Hubo muchas pasadas de frenada y el coche se volvía impredecible”, sentenció.
Comentarios