La disputa de la edición trigésimo octava del Rally Dakar marca un hito importante al cumplirse 30 años de la muerte de su creador, Thierry Sabine, en un accidente de helicóptero.
El francés tenía treinta y seis años al momento de la fatalidad y concibió el Dakar en 1978, luego de perderse dos días en el desierto del Teneré en la disputa del rally off-road Costa de Marfil – Costa Azul.
En múltiples entrevistas, Sabine relató que su vínculo inspirador fue “el amor por el desierto”, estableciendo que el punto de largada sería París y la llegada sería en la playa de Dakar, pero se reservó año tras año el derecho a cambiar la ruta según creyera conveniente para el desarrollo del rally, o en consecuencia al apoyo que recibiera del gobierno de los diferentes países que éste cruzaba.
En alguna ocasión el Rally arrancó de ciudades como Lisboa o Barcelona, pero Sabine siempre trató de mantener en el recorrido las demoledoras etapas por Mauritania, Senegal, el desierto del Teneré y Mali, donde encontró la muerte.
El francés siempre fue muy celoso con su rally al punto de supervisar a todos los competidores desde un helicóptero. La noche del 14 de enero de 1986, éste se vio sorprendido por una tormenta de arena que eliminó la visibilidad El piloto de la nave estimó que podía pese a todo seguir adelante si volaba a baja altura y se guiaba por los faros de los carros que seguían el tramo. Sin embargo se estrellaron con la única duna existente en mas de 100 kilómetros a la redonda.
Los participantes del rally, al ver la tragedia, se detuvieron para ayudar, pero no había nada que hacer. Sabine y sus acompañantes murieron en el acto. Los socorristas, al recoger los restos del accidente, encontraron pegada a una de las puertas del helicóptero una foto de Sabine dirigida a todos los participantes del rally, con la leyenda, escrita a mano “tranquilos… el gran hermano les vigila”.
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