Tras una etapa 13 de trámite, con menos de 200 kilómetros de tramo y mas de 600 de enlace, el Dakar 2011 llegó hoy a su fin, ante una multitud agolpada en el autódromo bonaerense de Baradero. Allí, unos pocos lograron alcanzar la gloria máxima del título: Nasser Al-Attiyah (autos), Marc Coma (motos), Alejandro Patronelli (cuatriciclos) y Vladimir Chagin (camiones). En tanto, otros muchos lograron su gran objetivo personal: completar la competencia. Por eso, hubo emociones de todo tipo.
Cerca del mediodía, el volar bajo de uno de los helicópteros de la TV anunció la llegada del ya flamante campeón en motos, el español Marc Coma. “Estoy feliz, han sido dos semanas muy duras. Se lo dedico a todos los que están detrás de esto, sin ellos no sería nada”, afirmó sobre su KTM ni bien llegado a la zona de entrevistas. Luego lo hizo Cyril Despres, el número uno saliente: “Siempre es un honor terminar, pero esta no es la posición que me gusta”, dijo el francés, que nunca pudo recuperarse de una penalización por un error del equipo.
Más tarde fue el turno de una cuestión casi familiar, de un traspaso de mando: bajo la atenta mirada de su hermano Marcos, el argentino Alejandro Patronelli llegó en su cuatri Yamaha dispuesto a festejar con todo. Hubo abrazos, llanto, gritos, pura emoción junto a su equipo. “Se lo dedico a toda mi familia y en especial a Marcos y a mi viejo”, dijo emocionado tras sellar la última tarjeta de la especial 13. “Llegué, no lo puedo creer. Se lo dedico también a toda la Argentina”, expresó casi al borde del llanto y junto al campeón saliente, que aportó: “Hizo todo bien el pibe”. Luego fue a saludar a Sebastian Halpern, que se quedó con el segundo puesto de la categoría.
Lo que era un ambiente difícil para fotógrafos, periodistas y camarógrafos pasó de complicación a caos con la llegada de los autos y el gran ganador de este 2011: el qatarí Nasser Al-Attiyah. El escolta del año pasado se sacó la espina y pudo festejar en la carrera que más quería ganar. Llegó a bordo de su VW Race Touareg 3 y se subió al techo -que terminó todo abollado- para celebrar junto a su navegante y el jefe del equipo, Kris Nissen. “Estoy muy feliz, es increíble”, dijo mientras la gente coreaba su nombre. Gran resultado para un tremendo deportista que siempre tiene una sonrisa para todos los que le piden una foto, un autógrafo, o simplemente un saludo.
“Aprendí mucho del último año. Tomé todas las buenas cosas y lancé todo las malas”, aseguró Nasser y agregó: “Entre Carlos, Stephane (Peterhansel, cuarto en la general) y yo, se dio una bonita batalla. Aproveché mi oportunidad en la arena, en las dunas. Entregué de mí lo mejor. Es una bonita victoria de verdad”.Por último, el Principe se mostró feliz por semejante logro y explicó que es algo que quería lograr hace mucho: “Esto lo esperaba desde hace tiempo. Seguía el Dakar desde cuando tenía 15 años. Ganar la carrera es de verdad una super sensación. Si seguimos el año que viene, esto será difícil para los otros pilotos”.
Poco antes había arribado el campeón saliente, el español Carlos Sainz. Junto a la máquina número 300, el Matador fue claro y felicitó a Nasser, a quien le había ganado por muy poco en 2010 en una batalla que había sido muy similar a la de este año. “Es una carrera en la que sabes que, al menos un día, tendrás problemas. Si te tocan graves, estás fuera”, dijo el ex campeón mundial de rally.
Pero, a veces, no todo es felicidad. Una de las grandes escenas del día tuvo que ver con el chileno Francisco Chaleco López, que -en un día considerado fácil- se quedó sin el podio por el que tanto había trabajado. El de Aprillia llegó con su moto muy dañada tras sufrir la rotura de un amortiguador. Dejó la moto con sus mecánicos y, tras permitir que le saquen fotos bajo una pequeña carpa, pidió que lo dejasen tranquilo. Luego, se levantó y se fue a sentar sólo bajo la sombra de un árbol.
Vladimir Chagin volvió a coronarse campeón en camiones. El ruso la tuvo que pelear, pasó malos momentos, pero terminó logrando su título número siete. Imparable.
Los logros de Vladimir Chagin no dejan de sorprender. El piloto no se cansa de brindar espectáculo en cada Dakar y, en esta versión 2011, se quedó nuevamente con el título, logrando su séptima corona.
A pesar de haber tenido una competencia muy dura, el ruso pudo terminar como arrancó: con una sonrisa. El Zar se coronó en la primera etapa, pero luego tuvo un traspié y pasó al tercer lugar de la general, llegando a quedar hasta a 28 minutos del líder Firdaus Kabirov.
Pero en la décima etapa, el piloto de Kamaz logró recuperar el liderazgo y nadie se lo pudo volver a sacar. Así, se encaminó hacia la conquista de su séptimo título. Chagin sigue haciendo historia.
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