Durante las cinco primeras especiales del Rally de Montecarlo, disputadas entre la noche del jueves y la mañana del viernes, nada recordaba que Sébastien Loeb, el nueve veces campeón del mundo de la especialidad, había tenido su último contacto oficial con un world rally car en octubre de 2013. Claro, es que, como sucedió durante varias temporadas, fue el francés quien comenzó dominado un rally, y su nombre portada de las noticias.
Lo cierto es que Loeb ganó la primera y la tercera especial, consiguiendo una renta de más de 45 segundos, antes de completar el primer bucle del viernes. Pero Ogier despertó, logró recortar tiempo, sorprendiendo el polaco Robert Kubica, quien se adjudicó las dos restantes especiales del primer bucle. Hasta allí, los Sébastien estaban separados por tres segundos, con el de Alsacia por encima del de Gap.
Mucha incertidumbre hubo al inicio del bucle final del día en cuanto a los neumáticos, es que el asfalto de Montecarlo se ha presentado con barro, hielo negro y nieve. Ello sumado a bancos de niebla que han dificultado la visibilidad. Loeb volvió a imponerse en la sexta prueba especial, la cuarta del día, y estiraba hasta los casi siete segundos su ventaja sobre Ogier. Robert Kubica volvía a inscribir un scratch en la séptima especial, la que relegó a Loeb, y dejó a Ogier como puntero.
El piloto de Citroën declaró haber perdido cerca de cinco segundos en una horquilla, que estaba muy resbaladiza. Ello sumado a otros diez, cedidos por no poder ir más rápido. Loeb se ubicó quinto, a poco más de quince segundos, y Ogier pasaba al frente con ocho segundos de colchón. “Pensé que había hecho un buen tramo pero perdí cinco segundos en una horquilla. Resbalaba y ataqué mucho. Mi elección de neumáticos no es mala“, había dicho Loeb.
La octava especial, la última del día, otorgó victoria a Sébastien Ogier, dejándolo cómodo en punta, pues su tocayo Loeb tuvo problemas en medio del tramo. El excampeón tuvo un fuerte impacto en la parte trasera izquierda de su auto, dañando seriamente la suspensión, llegando al final con la rueda a punto de desprenderse. Loeb perdió más de seis minutos en la especial, cayendo al décimo lugar general.
Además, quien era la sorpresa del rally, el polaco Kubica, tuvo dos salidas de ruta, que le hicieron perder más de cuatro minutos.Tras los problemas registrados el jueves, el piloto está a más de catorce minutos de la punta, pese a ser quien más especiales ha ganado hasta el momento.
“Tuvimos un gran susto cuando íbamos rápido. Nos salimos y, gracias a los espectadores, pudimos volver. Después en una intersección nos volvimos a salir, derrapamos en la nieve, chocamos contra un árbol y pinchamos un neumático. Hemos conducido diez kilómetros así”, explicó Kubica.
“Ocurrió cuando choqué contra un muro en un sitio helado. No fue muy fuerte, pero algo – no se exactamente el qué – se rompió. Estas cosas pasan, en mi posición tenía que intentar algo distinto con los neumáticos. Ataqué muy a fondo y cometí un error. Ahora trataré de llegar al service”, comentó Loeb al final del tramo.
A falta de dos días, Ogier quedó sólo en punta, a 1:45.4 minutos sobre su compañero Jari-Matti Latvala, completando el podio parcial Andreas Mikkelsen, con el tercer Volkswagen, a 2:34.8 minutos.
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