Los responsables del equipo Ferrari no se mostraron complacidos con el resultado del Gran Premio de Australia, luego de haber liderado sólidamente dos quintas partes de la carrera con ambos autos, perdiendo posibilidades concretas de victoria a consecuencia de la detención para retirar los restos del accidente entre Fernando Alonso y Esteban Gutiérrez en la vuelta 20 de las 57 pautadas.
Ambos Ferrari fueron afectados por el formato de calificación a “muerte súbita” y concedieron una diferencia a los Mercedes AMG que los especialistas estimaron “irreal” pero saltaron a los primeros lugares con estupendas maniobras en las largadas de Vettel y Raikkonen.
Con estrategias en torno al uso de neumáticos blandos y súper blandos, ambas Ferrari pudieron alejarse de sus rivales y parecían capaces de sacar la ventaja suficiente para cambiar nuevamente sus gomas.. En Mercedes optaron por montar los intermedios (que nadie había probado durante el fin de semana) en el intento de cubrir el resto de la distancia sin volver a pasar por boxes.
El violento accidente entre Alonso y Gutiérrez acabó con la ventaja de las Ferrari cuando Nico Rosberg era tercero y Lewis Hamilton séptimo. En el reinicio, Kimi Raikkonen sufrió un incendio por recalentamiento y Sebastian Vettel no pudo recuperar su ventaja, cayendo a la cuarta plaza a 23” de Rosberg al montar su último juego de blandos en el giro 36. El alemán de Ferrari pudo alcanzar a Hamilton, pero sin superarle y terminó tercero a 9.6” del ganador.
“La detención lo arruinó todo, pero era necesaria”, afirmó Vettel tras la carrera y añadió:
“Lo importante es que Alonso y Gutiérrez están bien… Cuando la carrera estaba detenida pudimos haber intentado otra cosa, pero quizá no habría funcionado. La largada fue perfecta y el ritmo también, pero salió la bandera roja y hubo que parar. No se puede culpar a nadie. Estas cosas son así… a veces los safety car salen y te ayudan, pero otras veces no. Lo importante es que, pese a que la pista no es de las que más nos ayudan, el rendimiento estaba ahí y conseguimos unos buenos puntos, aunque claro… ¡siempre quieres más!”
La pausa tras el accidente de Alonso y el reinicio perjudicaron al carro de Raikkonen, quien evidenció signos de recalentamiento en su recuperador de energía que acabó incendiándose. Un evento similar le había ocurrido al finlandés en el GP húngaro del 2015, cuando iba también segundo tras una pausa con el safety car.
Vettel había terminado la edición del año pasado a 34” de Hamilton…
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