Cuando Peugeot me invitó, hace ya unos cuantos años, a conocer St. Malo, la ciudad dónde se llevaba a cabo la primera experiencia de una estación de recarga eléctrica, ya se había iniciado un proceso contra el tiempo. El que pasaría inexorablemente en búsqueda de tecnología y desarrollo, en aras de agrandar la autonomía de las baterías y de achicar la velocidad de recarga.
Hoy, el tema sigue estando mas centrado en la batería y en conseguir asombrosos rendimientos en cuanto a autonomía. Es que desde los primeros autos eléctricos con miras a ser algo mas que prototipos, creo que por el salón de Frankfurt de 1991, el avance es tremendo, mismo en la cabeza del cliente que. El mundo pronto estaremos en el millón de autos eléctricos circulando y aunque algunos den -los mas antiguos- irrisorios 100 kms. por carga completa, otros ya han superado los 300.
En Ginebra, el tema es un tema de la ciudad y se han empeñado en que pronto todos los ómnibus que circulan por la ciudad sean eléctricos, pero con “flash charging”, una tecnología de la empresa ABB, que los pone “fuera del área de peligro” en increíbles 15 segundos. La carga será de 600 kilowatts y varias de estas estaciones estarán en paradas, por lo que mientras los pasajeros suben y bajan, el ómnibus tendrá como mínimo para llegar a la otra estación.
Para comenzar, estos buses son planificados para la ruta que conecta el aeropuerto de Ginebra con un suburbio, Praille Acacias Verneet, dónde viven unas 11.000 personas. La línea atenderá a 10.000 pasajeros por día y la carga máxima la recuperarán al final de su destino en sólo cinco minutos.
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