Son varias las categorías de automovilismo que toman un receso veraniego, incluida la European F3 Open, en donde compite Santiago Urrutia. Por ese motivo, el piloto se encuentra en nuestro país hasta el próximo 13 de agosto, cuando deberá volver a Italia para entrenarse de cara a la segunda parte de la temporada.
Al igual que como hicimos antes de que comenzara el Campeonato, fuimos hasta la casa de Urrutia, en donde nuevamente fuimos recibidos con excelente atención, tanto de parte de Santi como de su familia y amigos. Tras una distendida charla aprovechamos para hacerle alguna pregunta, que transcribimos a continuación.
¿Si no fueses piloto, que te gustaría ser? Es decir, ¿de chico, que decías que querías ser cuando fueras grande?
Me gustaba mucho jugar al fútbol, estar con mis amigos, jugar al handball, jugar al deporte que sea… El karting para mi, cuando yo era chico, arrancó como una actividad de fin de semana, para ir a juntarnos con mi padre y los amigos de mi padre. Obviamente no arranqué a los 5 años queriendo ser profesional y queriendo llegar a la Fórmula 1, pero digamos que desde que tengo uso de razón me acuerdo de todas las carreras de karting, pero era muy inquieto. Hacía mucho deporte.
También me gustaba ver a mi padre trabajar en el campo, y tal vez pensaba trabajar en el campo. Mi padre es técnico lechero, y pensaba en eso. De chico uno siempre ve como referente a su padre.
¿Por qué comenzaste corriendo en motos?
Arranqué en motos porque mi abuelo había comprado una Yamahita 50 para todos sus nietos. Yo en ese momento era el más chico, mis primos tenían 7 u 8 años, y me gustó. Los otros no se animaban a andar, y bueno, me mandaron a mi a correr.
¿Por qué te pasate al karting?
El kart vino en plena crisis de Uruguay. Mi padre estaba muy complicado con el campo. Mi madre es maestra, y decidió pedir un préstamo para comprar el kart. La moto nunca se vendío, sigue ahí.
¿La tenés todavía?
Sigue estando… bah, no se… Creo que la vendieron, lo que es una lástima.
Tras dos años en Italia, fuera de Uruguay, ¿que seguís extrañando?
El asado, los chivitos. La comida y obviamente los amigos. Juntarse a tomar mate y salir algún sábado de noche. Esas cosas son de lo que más se extrañan.
¿Que fue lo que más te costó de irte a vivir solo, a Italia, con 14 años?
Que no hablaba italiano ni inglés. No me podía comunicar con la gente, prendía la tele y no entendía nada. Con el equipo solo podía hablar con dos mecánicos que hablaban un poco español.
Lo que todavía me sigue costando es que no soy del todo independiente, porque no tengo libreta. Entonces tengo que pedir que me lleven a una cantidad de lugares, a pesar de que en Italia te moves muy bien con los trenes. No es lo mismo moverte en tren o en auto, con el que tenés más libertad, vas a la hora que queres, estacionás por ahi…
¿Tenés algún ritual antes de cada carrera? ¿Alguna cábala?
Escucho música y tengo ejercicios de respiración que hago con mi sicóloga. Cuando entro al auto lo hago simplemente por órden: me subo sin los guantes puestos, me subo con el pie derecho, y después que tengo los cinturones ajustados me pongo los guantes. Pero lo hago simplemente para acordarme que está todo bien.
¿A quién admirás? ¿Quién es tu ídolo?
Gonchi. Gonchi siempre, de chiquito, y más ahora que estoy mas o menos dando los pasos que dio Gonchi. Mi padre y mi familia en general tiene mucho contacto con Nani, la hermana de Gonchi, y nos cuenta muchas anécdotas de el, y nos da muchos consejos. Gonchi pasó por caminos muy difíciles y yo tengo que dar pasos parecidos muchas veces.
¿Te ha pasado que te digan que sos uruguayo, igual que Gonchi?
Si, muchas veces. Fue un grande y sigue siéndolo. No creo que llegue a su nivel. Además, todavía tengo mucho camino por recorrer, y será muy difícil llegar al reconocimiento que hay para con el. Es como Ayrton Senna, es una historia que quedó marcada. Nunca nadie va a llegar a ese nivel.
A propósito, ¿qué sentís cuando te compara con Gonchi?
Creo que Gonchi fue, lo es y seguirá siendo el número 1 del automovilismo de Uruguay. Marcó algo muy importante para el deporte, no solo para el deporte motor sino también para los deportistas en general. Me atrevo a compararme a el, por ahí, por los pasos que voy dando, por los temas difíciles que el tuvo con respecto a la economía, que se tuvo que ir solo… aunque es un poco diferente. El se fue siendo mayor, por ahí con eso no tuvo problemas, pero si con la parte económica.
Justamente, ¿cuánto te cuesta la temporada completa?
Como número cerrado no lo sé…
¿Cuánto te falta?
Faltan… No lo sé tampoco. No son muchas las empresas que faltarían. Tal vez con dos o tres empresas no muy grandes se juntaría el dinero. Yo lo digo y lo repito muchas veces: no necesito una empresa que venga y ponga todo el presupuesto que falta. Obviamente que si llega una con toda la plata será bienvenida.
¿Qué diferencia hay entre lo que podés hacer vos, con tu presupuesto, y los pilotos que tienen más dinero?
Ellos tienen más entrenamiento. Yo con lo que tengo me tengo que defender. Si en una carrera salgo tercero, cuarto, o quinto, no puedo poner la excusa de que es porque no tengo entrenamiento. Si un jugador de fútbol erra un gol porque se le sale un tapón, y lo usa de excusa… Yo me tengo que preocupar por lo que tengo y dar lo máximo.
¿En dónde tenés que ahorrar para poder cumplir con tus obligaciones de pago?
El equipo me ha dado una gran mano en ese tema, además de mis sponsors. Ahorro en los viajes, que voy con mi equipo así no tengo que pagar pasajes de avión; me quedo con el equipo así no tengo que pagar el hotel… Son pequeñas cosas que si las sumás, a fin de año, te hacen redondear los números.
¿Cuál es el paso natural que debería dar, luego de este año?
Es muy difícil deciro porque está el tema económico por delante, pero está la GP3 o la GP2. Si tuviera la plata necesaria iría derecho a la GP2, pero la veo muy difícil, así que tendré que trabajar para hacer la GP3 el año que viene.
¿Que te ha costado más de manejar el Dallara de este año?
Lo más difícil es encontrar el límite. Vas tan jugado, que por ahí en la curvas rápidas te pasás del límite, y te vas al toque, te vas afuera, o chocás. Me ha pasado varias veces. El Fórmula 3 es un auto muy difícil de manejar, que necesita mucho físico, tiene mucho downforce, el auto va muy pegado al piso, tiene mucha carga aerodinámica… Son factores que se suman que hacen que requiera mucho físico.
En clasificación es donde se encuentra el límite. Si uno arriesga un poquitito más, y no comete el error, sale la pole, y a veces te sale ahí ahí. Por ejemplo Lewis Hamilton, que a mi juicio es el piloto más veloz de la Fórmula 1, es increíble las vuelta que hace en clasificación, a pesar que tiene un buen auto. De todos modos eso no es excusa, porque hace redondito todo, hace excelentes vueltas. Es la cuarta pole que hace hasta ahora. Una o dos veces te puede salir de casualidad… Por ejemplo, en mi caso, tengo que mejorar mucho en la clasificación. En Silverstone hice mi primera pole, pero que haya hecho la pole no significa que haya mejorado.
¿Dónde te encontrás bien con el auto, y dónde debes mejorar?
Todavía tengo que mejorar en todo, pero lo principal, hoy en día, para mejorar, sería la clasificación.
¿Cuál es tu meta? ¿Tu objetivo es llegar a la Formula 1?
Mi sueño es llegar a la Fórmula 1. No se si meta, porque si llego a la Fórmula 1 mi meta va a ser el Campeonato. Hasta ahora no me he puesto metas, pero mi sueño es ese.
A tu juicio, ¿cuál ha sido tu mejor carrera hasta el momento?
La carrera 1 de Silverstone. En Fórmula fue esa. No se si fue la que mejor corrí, pero fue la más divertida. Creo que la que mejor corrí fue la segunda carrera en Inglaterra. Estuve todo el tiempo bajo presión y no cometí errores.
¿En qué circuito te gustaría ganar? ¿Cuál es el que más te gusta?
Me gustaría ganar en Monza este año, porque soy “local” entre comillas. El equipo es de ahí, y sería una linda victoria, no solo para mi sino para el equipo. Igualmente, sea donde sea, será bienvenida una victoria.
¿Te invitaron a probar un Indy Light?
Me llegó un mail, diciéndome que si me interesaba tenía que pedir más detalles. En realidad no los pedí, porque se que el tema económico está de por medio. Me tengo que concentrar en la segunda parte de la temporada de la Fórmula y conseguir el presupuesto para ello.
Luego de varias carreras, ¿tenés alguna relación con el resto de los pilotos? ¿Cómo te llevás con tus compañeros de equipo?
Son todos muy fríos. Sandy Stuvik es muy macanudo, es el más macanudo de todo el equipo. Pero hasta ahí nomás. Son compañeros de equipo, nunca van a ser amigos. En la pista no los voy a respetar nunca, y ellos a mi tampoco.
Si tuvieras que elegir un auto, un piloto y un circuito, ¿qué elegirías?
Pongo Red Bull, Vettel y Silverstone. Es un circuito que me gustó mucho. Elijo ese auto, y lo siento a Vettel.
¿Qué le aconsejarías a chicos que hoy se inician en el automovilismo, y te pueden llegar a ver como ejemplo?
El automovilismo se arranca por el karting. Creo que el karting se tiene que tomar como una iniciativa, y sin dudas, para divertirse. Por ahí veo gente que tiene a su hijo y le compran tres kart, guantes nuevos para cada carrera, mameluco nuevo… El tema es que si aspirás a llegar más arriba, que es muchísimo más costoso que el karting, te vas a dar cuenta que gastaste mal la plata. Quizás esa plata te podría haber ayudado para la Fórmula, y en el karting fue innecesaria. No te sirvió de mucho.
El karting es un mundo que está separado de la Fórmula. Si vas a Europa, encontrás pilotos profesionales que corren en karting. Por otro lado, la Fórmula Abarth, la Fórmula 3, la Fórmula Renault, GP2 están arriba del karting, pero encontrás pilotos que no son profesionales. A lo que voy es que el karting es un mundo aparte del Fórmula. Es decir, si querés llegar a la Formulas tenés que tomar el karting como una escuela, no como algo profesional. Por ahí a los 10 u 11 años es cuando vas a correr a Argentina o a otro país, recién ahí te lo tenés que tomar de otra manera. Cuando llega la oportunidad de Europa es cuando tenés que tomar la decisión. A mi me llegó en 2011, y tuve que decidir entre quedarme acá, con mis amigos mi familia, o irme para allá, solo, y buscarme la vida en o que me gusta.
Ahora soy un privilegiado: me levanto día a día a hacer lo que me gusta, a pesar de que tengo muchos obstáculos duros por delante, como vivir allá.
¿Alguna vez te pasó de decir ” dejo todo y me vuelvo”?
Por ahora no, no me ha pasado. Espero que no me pase tampoco. Por ahí los momentos de crisis son cundo no te salen las cosas, pero nunca me ha pasado de querer volverme.
¿Estás donde querías estar?
Si.
¿Cómo está la relación con Ferrari?
El contexto es muy bueno con Ferrari. Hoy en día levanto el teléfono y llamo al ingeniero que me sigue y me contesta sin ningún problema. Tengo que ir a Ferrari los lunes después de cada carrera a hacer un informe del fin de semana. Hago un informe de pruebas libres, clasificación y carreras, y sobre los cambios que se hicieron en el auto. En esos mismo lunes trabajamos también para las carreras siguientes. El ingeniero no ha ido hasta ahora a ninguna carrera pero si va a ir más adelante. Además, cada 20 días o un mes tengo que ir a que me hagan una evaluación física y mental para ver si hay alguna evolución en esos aspectos.
¿Qué te parecieron las pruebas de la Formula 1 a las que fuiste?
Impresionante, estuve en box de Ferrari y también en el de Lotus. Estar al lado de los autos de Fórmula 1, que luego ves en la televisión fue increíble.
¿Pudiste hablar con alguno de los pilotos?
David Rigon, el que probaba en Ferrari, es el que entrena casi todos los días conmigo, pero no lo pude saludar. Después lo llamé por teléfono y me dijo que me había visto desde el auto.
¿Sos de seguir las noticias de Uruguay estando en Europa?
Si, me gusta estar informado para saber que pasa por acá.
Hebert Paguas
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