Impreso en un cartel publicitario, un famoso muñeco hecho de neumáticos apareció por primera vez en 1898.
Levantaba una copa de champagne, llena de vidrios rotos y clavos, acompañado del slogan “Nunc est bibendum”, una expresión en latín que significa “Es la hora de beber”.
Los neumáticos Michelin, sugería la publicidad, eran lo suficientemente resistentes para digerir todo lo que encontraban a su paso.
La idea de tragarse la carretera, pregonada por el muñeco Bibendum, se convertiría en el principio rector de la naciente compañía de neumáticos francesa. Y mientras comenzaban a echar a andar a una empresa que hoy es símbolo en su industria, casi sin darse cuenta, con un librito, cambiaron el mundo de la gastronomía.
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No son tiempos de viajes, pero ya vendrán y aquellos que tengan Europa como meta, y tengan ya algunos años, desempolvarán el librito que tanto les ha servido y que allá por el año 1889, cuando su primera edición, era de tapas rojas.
Sí, la famosa “Guía Michelin”, creada por los hermanos André y Edouard Michelin, quienes tras fundar la empresa de neumáticos, animados por una previsión positiva de la industria automovilística, que ya contaba -sólo en Francia- con mas de 3.000 vehículos, buscaron otra forma de promoción para su desarrollo, brindando un gran número de informaciones prácticas, instrucciones para cambiar una rueda, dónde se podía cargar combustible en las rutas y un listado de lugares dónde poder comer y alojarse.
Durante 20 años, la “Guía” se publicó en forma gratuita, hasta que un día, André Michelin, al acudir a un taller de neumáticos vió varias arrumbadas en un rincón. Con la idea de que “el hombre sólo respeta de aquello por lo que paga” en 1920 lanzó una nueva Guía Michelin, a un precio de 7 Francos.
Ya en 1923 apareció el sector dedicado a “Hoteles y Restaurantes recomendados” y para calificarlos, los hermanos Michelin contrataron a un equipo de misteriosos comensales a quienes hoy en día se les conoce como “Inspectores” para que visitaran y valoraran, sin darse a conocer, los Restaurantes.
Fue en 1926 cuando la “Guía” comenzó a valorar con estrellas la calidad de los Restaurantes, iniciando con la adjudicación de una estrella al que sobresalía por su comida. Cinco años mas tarde, fueron una, dos y tres estrellas y en 1936 se publicaron los criterios aplicados para conceder dichos galardones.
En la actualidad la Guía Michelin es publicada por la editora francesa “Michelin, Editions du Voyage” y tiene filiales en otros países, concretamente, doce.
La guía es popular por asignar de una a tres “estrellas de la buena mesa” a los establecimientos gastronómicos que, en referencia a distintos parámetros fijados por sus propios jueces, destacan en calidad, creatividad y esmero en sus platos. En cambio, asigna de “uno a cinco cubiertos” en función del confort y el servicio con que se sirve a los clientes cuando se trata de un restaurante, o de “una a cinco casas” por el mismo criterio si se refiere a un hotel.
La concesión, mantenimiento o retiro anual de los distintos galardones y reconocimientos que otorga esta guía, entre los cuales se encuentra desde luego la propia inserción del establecimiento en cada edición (aparecer en ella ya es muy importante dado su gran tiraje), es motivo de controversia tanto entre los críticos gastronómicos y hoteleros como entre el público en general, por cuanto refleja un criterio subjetivo, aun siendo siempre el resultado de un equipo de expertos.
LAS ESTRELLAS EN LA ACTUALIDAD
- Tres estrellas indican una cocina excepcional que justifica de por sí el viaje.
- Dos estrellas señalan calidad de primera clase en su tipo de cocina.
- Una estrella designa un restaurante muy bueno en su categoría.
Tener una o más estrellas Michelin supone que un restaurante no sólo es uno de los mejores de su país, sino que también es uno de los mejores en el mundo. Cerca de 2.000 restaurantes de todos los países que cubre la guía tienen estrellas.
Cada año, un inspector viaja anónimamente, come cerca de 250 veces en restaurantes y se aloja alrededor de 150 noches en hoteles. Cada uno visita más de 800 establecimientos -en los que paga sin darse a conocer- y escribe aproximadamente 110 informes, utilizando como base un manual de dicha empresa.
Si un restaurante obtiene una estrella Michelin significa que el lugar es excelente en su categoría; dos estrellas significan un lugar con comida de buena calidad y que vale la pena visitar, pero si un restaurante obtiene las tres estrellas representa que su cocina es excepcional.
En cuanto a los Restaurantes hay que saber que las estrellas se otorgan al establecimiento, sin embargo sus Chefs reciben particular reconocimiento. Es por ello que mientras un Restaurante puede aspirar a tres estrellas Michelin, para un Chwef es posible llegar a decenas, como ocurre con el francés Joel Robuchon, quien ha acumulado 30 estrellas en una trayectoria de mas de 70 años.
Si querés mas información mirá acá: https://www.youtube.com/user/MichelinRestaurants