Mañana, miércoles, tendrá lugar en la catedral St. Stephens de Viena el funeral de Niki Lauda, al que asistirán centenares de personalidades vinculadas al automovilismo, así como prominentes figuras públicas como el propio Presidente austríaco, Alexander Van der Bellen.
Entre los deportistas estará el Campeón Mundial de F1, Lewis Hamilton y numerosos ex pilotos, dueños de equipos y personalidades vinculadas a la FIA. Habrá sin embargo una ausencia notoria, la de Bernie Ecclestone, gran amigo de Niki desde que corriera para su equipo Brabham en 1978 y 79. El inglés dijo que no se apartará de su norma de no asistir a funerales de sus amigos.
Lauda falleció a sus 70 años la semana pasada en Suiza a consecuencia de complicaciones vinculadas al trasplante de pulmón que recibiera hace casi un año.
“No quiero ver a Niki muerto. El vive para mí” dijo Bernie, a sus 88 años de edad. “Lo visité en la clínica suiza a fines de Abril y me dí cuenta de lo débil que estaba y que ya no volvería a una vida normal”
Lauda y Ecclestone siempre estuvieron en contacto, incluso después que Bernie dejara la F1, y el ex piloto hasta convenció al británico de que comprara una casa en Ibiza, para que vacacionaran juntos.
“Es muy triste, pero pienso que ha sido bueno que no tuviera que sufrir más”