Que la Fórmula 1 es un Campeonato Mundial se demuestra notando la cantidad de países representados históricamente en ella a través de sus pilotos: 38. Entre los cinco primeros con mayor cantidad están los cuatro países de Europa Occidental más populosos y con mayor tradición automovilística -Reino Unido, Italia, Francia y Alemania-, y Estados Unidos en segunda posición gracias a las decenas de pilotos que corrieron únicamente las 500 Millas de Indianápolis en la década del 50. Brasil y Argentina los siguen en los puestos 6 y 7, y los demás continentes aparecen en los primeros doce: Sudáfrica en el 10º, Japón en el 11º y Australia en el 12º. El único continente sin pilotos campeones es Asia.
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Con la llegada de Paul di Resta, campeón del DTM alemán y primo del tricampeón IndyCa, Dario Franchitti, el Reino Unido tiene tres representantes de primer nivel este año. Lewis Hamilton y Jenson Button, campeones 2008 y 2009, están instalados como aspirantes permanentes al título. Los posibles sucesores de ellos son Sam Bird y Oliver Turvey, de 24 y 23 años, quinto y sexto en la GP2 europea el año pasado.
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De sumar puntos de a cuentagotas en la década del 80, hoy Alemania es potencia en la Fórmula 1. En las épocas gloriosas de Michael Schumacher en Ferrari,m hicieron sus primeras armas varios de los pilotos que hoy habitan en la grilla: Sebastian Vettel, Adrian Sutil, Nico Rosberg, Timo Glock y el ahora probador Nico Hülkenberg. En un par de años podrá ser el turno de Christian Vietoris, que hoy [1 de abril] cumple 22 años, fue subcampeón 2009 de la Fórmula 3 Euroseries y en 2010 terminó la GP2 europea en noveno lugar.
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Ambos representantes de Italia este año, Jarno Trulli y Vitantonio Liuzzi, están corriendo para equipos del fondo de la grilla (Lotus e Hispania). Su permanencia en la categoría corre peligro si cualquiera de los equipos decide preferir el aporte económico a la experiencia de ellos. Lo más preocupante es que van varios italianos que no logran pisar firme en la categoría. Gianmaria Bruni y sobre todo Giorgio Pantano tuvieron actuaciones destacadas en categorías inferiores, pero su única temporada en Fórmula 1 fue en 2004 donde fueron últimos. Luca Filippi sigue juntando años en la GP2 y Davide Valsecchi lo sigue de cerca, sin que logren dar el zarpazo final.
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Aún peor es el caso de Francia. Desde el retiro de Olivier Panis a fines de 2004, sólo ha habido tres galos en Fórmula 1: Franck Montagny, Sébastien Bourdais y Romain Grosjean, que sumaron apenas 6 puntos en 41 participaciones. La ausencia del Gran Premio de Francia no ayuda tampoco, ya que ahuyenta posibles patrocinadores. Afortunadamente, aún hay esperanzas. Grosjean insiste con sus 24 años y títulos en cuanta carrera prueba: Auto GP en 2010 (la vieja Fórmula 3000 Europea donde corriera Fufy Cáceres) y la GP2 asiática hace dos semanas, más un par de victorias en el Mundial de Turismos también el año pasado. En la GP2 asoman Jules Bianchi, tercero en 2010, y Charles Pic, décimo la pasada temporada europea; además son muchos los que asoman en categorías inferiores.
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A Fernando Alonso lo acompaña desde fines de 2009 Jaime Alguersuari. A mi gusto, el jovencísimo español debutó demasiado temprano, con apenas media temporada en autos por encima de la Fórmula 3. Demostró ser rápido, al menos para los medios que dispone. El problema es que si no consigue una butaca algo mejor, el equipo hará ascender a alguno de sus numerosos pilotos, y su salida también puede ser tempranera. Javier Villa y Roldán Rodríguez abandonaron su sueño de Fórmula 1 para este año. El único que queda es Daniel Clos, quien sin nunca haber brillado en monoplazas potentes, fue cuarto en la GP2 europea el año pasado y este año bien podría ser contendiente al título.
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Jérôme d’Ambrosio es el primer belga en la Fórmula 1 desde el lejano 1995. Llegó con una victoria y varios podios en tres años de GP2, más el apoyo de Gravity, el equipo que maneja Lotus Renault GP. Holanda podría sumarse pronto con con Giedo van der Garde, séptimo en la GP2 en 2010. A Sébastien Buemi podría sucederle otro suizo, Fabio Leimer, 19º en la GP2 el año pasado pero que se unió para 2011 al equipo campeón, Rapax. Es curioso que los países nórdicos colocados en el escalón más alto son Suecia con Marcus Ericsson y Noruega con Pål Varhaug. Por parte de Finlandia, que tuviera a Mika Häkkinen y Kimi Räikkönen como campeones y Heikki Kovalainen como piloto fallido de Renault y McLaren, tiene tres pilotos pero en la GP3.
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La guerra entre la CART y la IndyCar generó entre otras secuelas que pocos norteamericanos sueñen con ser pilotos de monoplazas, mucho menos de Fórmula 1. Red Bull llevó a Scott Speed hasta la Fórmula 1 pero lo descartó rápidamente y hoy este pilotoque terminó como uno del montón en la Nascar, curiosamente también fue descartado por Red Bull el año pasado. Sin embargo, entre la GP3 y la Fórmula 3.5 habrá este año sin previo aviso cinco pilotos norteamericanos: el californiano Alexander Rossi, el indianés Conor Daly (hijo del ex Fórmula 1 Derek Daly), el canadiense Robert Wickens y dos nacidos en el exterior: Gabriel Chevez y Jake Rosenzweig.
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Cuando parecía que los brasileros invadían por enésima vez la Fórmula 1, este año quedan solamente dos titulares: Felipe Massa y Rubens Barrichello. El escándalo de Nelsinho Piquet en Singapur parece haberlo alejado definitivamente de Europa en tanto Bruno Senna es uno de los tantos probadores de Renault, y Lucas di Grassi se vio desbancado de Virgin y está juntando fuerzas para 2012. Sorprende que el enorme crecimiento económico de nuestro vecino del norte no se haya transferido en presupuestos como respaldo a las jóvenes promesas para en uno de los mayores espectáculos mundiales. El único brasilero en la GP2 este año es Luiz Razia, 11º el año pasado.
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Ahora que Esteban Guerrieri se fue a la Indy Lights, el argentino más alto en la pirámide europea de monoplazas es Facundo Regalía, que debuta en la Fórmula 3 Italiana. La “ventaja” es que se crió en España y también lo consideran de allí, con lo que tiene un apoyo mayor y más cercano.
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Como contrapartida, este año hay dos latinoamericanos nuevos en la Fórmula 1: Pastor Maldonado y Sergio Pérez. Venezuela y México son dos países con una rica historia automovilística -basta mencionar a los hermanos Rodríguez y a Johnny Cecotto-, que en los últimos años se habían alejado del concierto europeo. Al talento de ambos se suma esta vez la fortísima inversión de enormes empresas latinoamericanas, que permitieron el desembarco de Maldonado y de Checo a lo más alto. En la GP2 hay otro mexicano y otro venezolano más, Esteban Gutiérrez y Rodolfo González, y un colombiano, Julián Leal.
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La cantera australiana y neocelandesa de pilotos está muy dañada. Al igual que en Argentina, los pilotos sueñan con correr en turismos en su país, y muy pocos se aventuran a pasar años del otro lado del mundo queriendo llegar a la Fórmula 1. Las contadas excepciones son Daniel Ricciardo, campeón 2009 de la Fórmula 3 Británica, subcampeón 2010 de la Fórmula Renault 3.5 y piloto del programa de Red Bull; y Brendon Hartley, ex compañero de Ricciardo el año pasado (otro dejado de lado por Red Bull), que probará nueva suerte en la FR3.5 con el respaldo de Gravity.
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Si de orígenes extraños se trata, Rusia y la India se disputan el cetro este año con Vitaly Petrov y Narain Karthikeyan. Billetera mata muñeca, al menos a corto plazo. Pero con el Cohete de Vyborg en el podio de Australia, su estadía será más larga de lo que podía preverse un año atrás. Otros pilotos emergentes son Fairuz Fauzy, un malayo subcampeón 2009 de la Fórmula Renault 3.5 y probador de Lotus Renault GP; y Mikhail Aleshin, campeón 2010 de la Fórmula Renault 3.5 y graduado a la GP2.
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