Ogier estuvo a punto de volcar, pero igual hizo el mejor tiempo en el shakedown.
El Campeonato del Mundo de Rally se traslada hasta Australia para disputar la décima fecha de la especialidad, y será allí donde el francés de Volkswagen Sébastien Ogier, buscará su tercera corona consecutiva. Serán 17 tramos de velocidad y 1023 km los que deberá afrontar el galo, quien además adjudicaría, de un modo más sencillo, un nuevo título de constructores para la marca alemana.
El jueves por la noche comenzó la acción con el shakedown en Coff Harbour, con el shakedown den el que Ogier marcó el mejor tiempo pese a que estuvo a punto de volcar, como muestra la nota gráfica.
El viernes se seguirá con tres tramos, y el sábado tendrá dos pasada por un largo tramo de 50.80 km, además de dos pasadas por una especial de 7.94 km. Cinco tramos más al norte de Coffs Harbour el domingo completan el itinerario. La segunda pasada por Wedding Bells será el Power Stage final que otorgará puntos extras a los tres pilotos más rápidos.
Se anotaron 11 vehículos WRC, destacándose las ausencias de Kubica y de Paddon, a quienes se les sumó Ostberg, luego de encontrarse dolorido tras el accidente sufrido en los reconocimientos de éste rally. Por otro lado, no estará Dani Sordo, cediendo su butaca a Hayden Paddon.
A Ogier sólo le basta terminar por delante de su compañero Jari-Matti Latvala para inscribir su nombre entre los grandes del rally mundial, o de lo contrario, si ganara Latvala, ser segundo y sumar solo un punto en la power stage. Ogier se agregaría a nombres como Kankkunen, Makinen, o Loeb, auténticas estrellas del deporte.
Antecedentes tiene, pues ganó en Australia en las dos últimas ediciones, de 2013 y 2014, así que parte como favorito.
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