Con solo tres letras podemos saber ante que auto nos encontramos. Con solo tres letras podemos deducir que motor se esconde bajo el capot, y con solo tres letras Mercedes nos dice que, lo que estamos viendo, es de alto rendimiento.
Desde 1967 hasta la fecha, AMG se ha encargado de preparar deliciosos vehículos deportivos, o bien podríamos decir, los clásicos lobos disfrazados de cordero.
Lo cierto es que Mercedes está cambiando la imagen de sus autos y el público objetivo hacia donde apuntan, cambiando radicalmente las líneas y concepto de sus nuevos modelos. Es más, en la información oficial del vehículo la casa alemana declara que el público objetivo es más joven que la clientela AMG hasta el momento.
El presentado A 45 AMG, un pequeño hatchback capaz de hacerle frente a vehículos de otro segmento, hace gala de su motor, su potencia, su tracción, prestaciones, y carácter deportivo. ¿Por qué? Continúe leyendo.
En el vano del motor se ubica un bloque de 4 cilindros, 2.0 litros alimentado por un turbo de doble entrada, que eroga 360 caballos y 450 Nm de par, lo que lo posiciona como el motor 4 cilindros y dos litros más potente jamás construido. El impulsor está asociado con una transmisión automática de doble embrague y siete relaciones, que incluye un control de partida. La tracción es 4MATIC, a las cuatro ruedas, sistema que funciona repartiendo el par a ambos ejes, partiendo siempre del 100% en el delantero. En caso que el sistema detecte que se necesita par en el eje trasero, se distribuye a través de un embrague multidisco electrohidráulico, hasta un máxima del 50/50.
Con esas entrañas, el A45 AMG es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 4.6 segundos, teniendo una velocidad final limitada de 250 km/h. En cuanto a las emisiones, AMG afirma que está a tono con la norma europea Euro 6, y su consumo mixto homologado es de 6.9 litros cada 100 km. recorridos.
El chasis posee suspensiones reforzadas y endurecidas, además que el vehículo cuenta con dirección electromecánica variable. Los frenos son ventilados y perforados de 350×32 milímetros adelante y 330×22 milímetros atrás.
El exterior se diferencia bastante de su hermano menor, el Clase A convencional, pues sus llantas de 18 pulgadas, su parrilla con grandes detalles cromados, y unos cuantos accesorios aerodinámicos –que no solo son estéticos- revelan su identidad.
Al abrir la puerta los detalles deportivos abundan. Butacas similares a las de competición en cuero y cocidas con hilo rojo, detalles rojos en el tablero, pedalera e instrumentos acorde.
Mercedes desembarca de este modo en un segmente hasta el momento inexplorado, y lo hace a lo grande, quedando, hasta el momento, con el hatchback más potente de la historia.
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