No existe un Campeón Mundial sin un muy buen auto y éste tampoco existe sin un muy buen equipo, que a su vez depende de sus patrocinantes para el dinero necesario para el pago a un muy buen diseñador, director deportivo e ingenieros que van entramando la telaraña en la que apresan el título.
En el caso de Red Bull, es fácil entender el espíritu competitivo que les llevó a lo que han logrado. Es que cuando la compañía fue fundada, en 1987, el objetivo era crear un nuevo mercado que, en definitiva estaba destinado a comer de la misma torta de la cual disfrutaban marcas tales como Coca Cola y Pepsi. La estrategia de marketing fue tan especial y exitosa que no sólo Red Bull creó el mercado de las bebidas energizantes sino que hoy es el líder mundial del mismo, con ganancias en 2010 de 15.800 millones de Euros…
¿Pero como nació Red Bull?
Fue producto de uno de los innumerables viajes que Dieter Mateshitz realizaba como Gerente de Marketing de Blendax, empresa dedicada a la pasta dental. Un día, en Tailandia, Mateschitz se topó con una bebida energizante llamada “Krating Daeng” (Red Bull en inglés, Toro Rojo en español). La probó, verificó que le ayudaba con el “jet lag” y allí comenzó su tarea de convencer a Chaleo Yoovidhya, su productor, de hacer una sociedad, tras la cual nació la empresa Red Bull GmbH. Hoy, Mateschitz es dueño del 49% de la misma, con la mayoría del paquete en manos del tailandés y su hijo, que seguramente jamás pensaron lo que un marketing muy especial ha finalmente concretado con su bebida.
En el primer año se vendieron un millón de latas. El año pasado, cuatro mil millones. Es tan enorme la cifra que Red Bull invierte en Marketing que lo que le cuesta el equipo de F1 es apenas el 10% del presupuesto anual para promoción de una bebida que va de la mano con los deportes extremos por todas las partes el mundo. Es increcíble la cantidad de eventos deportivos que se van produciendo semana a semana en el mundo y de los cuales Red Bull se encarga en convertir en Videos que luego, por ejemplo, resultan muy atractivos en programas como nuestro Super Sport.
Desde 2004 cuando Red Bull adquirió el agonizante equipo Jaguar de F1, por un simbòlico dólar, ya llevan invertidos casi 500 millones de Euros en el mismo, los que han dado enormes divididendos en cuanto a la promoción de la marca. Bastaría con sumar lo que cada victoria de Sebastian Vettel generó este año, en minutos, centímetros, menciones en todos los medios del mundo. Incalculable! Tan es así que la marca, que no se vende en nuestro país (pues el Ministerio de Salud Pública lo prohibe) ya resulta archi conocida. Y sigo sin entender bien porqué no se vende aquí y sí en Inglaterra, Alemania, Suiza, Francia, Italia, etc. etc.Algunos dicen que porque contiene “Taurina”, otros que por el lobby de las empresas líderes en refrescos…en fin, no es nuestro tema, aquí, hoy.
“Hemos reclutado a los mejores…” dice el austríaco Mateschitz, a sus 67 años de edad, desde su oficina central, Hangar 7, en las afueras de Salzburgo. Y los mejores, significan 592 personas que trabajan por y para el equipo de F1. Entre ellos, cuatro muy conocidos para nosotros, los fanáticos de la máxima categoría: Christian Horner, el director deportivo mas joven de la F1; Adrian Newey el diseñador mas exitoso (con un salario anual de unos diez millones de dólares) y un par de grandes pilotos, sobre todo Sebastian Vettel (14 millones de dólares de sueldo anual) y Mark Webber (6 millones).
“Las cosas no ocurren porque sí, aunque muchas veces la suerte ayude. Pero para ganar una temporada de F1 hay que ir sumando cimientos…” dijo Mateschitz hace poco a una revista alemana. Y agregó “también otros patrocinantes son importantes,aunque es difícil que muchos acepten ser parte de un esfuerzo dónde la primacía, por la fuerza de su logotipo, la tiene Red Bull…” Es cierto, cuento en el auto otros 13 sponsors, incluyendo a Total e Infiniti, pero lo que estos aportan es solo el 24% de la inversión total anual. Ni siquiera se ve mucho que el motor es un Renault.
“El retorno a nuestra inversión es en el valor del marketing que instrumentamos…” dice el austríaco, “y nuestros cuatro autos (es tambien dueño del equipo Toro Rosso) nos han hecho la mejor marca resultante de los dos últimos años en la Fórmula Uno..” Y nadie puede discutir esto. “Nosotros no somos patrocinantes de la F1, somos parte de ella…” termina diciendo el hoy multi billonario austríaco que viste generalmente un saco sport de cuero negro, vaqueros y camisa blanca y que en cada acción que realiza transmite la energía que vende.
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