Ciertamente un tipazo más allá de sus atributos como piloto. Una larga trayectoria dedicada a los “fierros” y con ellos hizo un sinfín de amistades basadas en una sola forma de sentir el deporte, como en las viejas épocas.
Juan Signorino, tras su paso por el rally que dejó definitivamente en el Rally de Pando, plantea su despedida formal de la práctica activa del deporte motor en el escenario que lo vio nacer como piloto: la pista.
Sinceramente, será un gustazo acompañarlo en el autódromo de Rivera como lo hicimos todos estos largos años ya sea en pista o en rally y seguramente con él, disfrutar una larga sonrisa en su box recordando alguna anécdota o simplemente, repasando con su sencillo humor la jornada que le tocó vivir.
Utilizará el Renault Clio que Marcelo Pessina está desarrollando y tendrá en el autódromo Eduardo P. Cabrera de Rivera la atención del inseparable Juan Carlos Delgado, con quien compartieron mil y una aventura en pista y en rally.
Otra etapa se inicia en la vida deportiva de Juan Signorino. La del dirigente. Seguramente y desde la silla que le toca ocupar en la mesa de AUVO, no perderá esa impronta que lo ha caracterizado a lo largo de tantos años.
Caminos de entendimiento, diálogo abierto, buenas costumbres, educación y fino humor, marcarán su nuevo destino.
MARIO ROSA
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