Se le conoció durante muchos años como Ceilán, y es famosa por su producción de té y café. Su capital tiene un nombre impronunciable: Jayawardenapura. Hablamos de Sri Lanka, el país que adoptó ese nombre en 1972 y que se independizó de Gran Bretaña en 1948, y que se ubica pegada a la India. Es una isla de 65.000 km2 con mas de 20 millones de habitantes y al parecer emprendedores no le faltan.
Por ejemplo el que ha realizado este auto eléctrico súper deportivo de 900 caballos, el ¨Vega¨. El personaje se llama Harsha Subasinghe, jefe ejecutivo de la empresa CodeGen ubicada en la ciudad de Colombo. En realidad la firma se dedica al desarrollo de software, pero desde hace un tiempo, también a la industria automotriz en muy pequeña escala.
¨Explicar al mundo de que este complejo proyecto viene de Sri Lanka es todo un desafío para nosotros” explicó Beshan Kulapala, uno de los directores de CodeGen, ¨pero hay que tener en cuenta que este país produce a muchos de los mejores ingenieros de todo el mundo. Era cuestión de tiempo hasta que alguien se animara…¨
El ¨Vega¨tiene dos motores eléctricos en ruedas traseras, los que producen sus 900 Hp. La construcción es en fibra de carbono, lo que deja al vehículo en los 1.400 kilos, algo extraordinario teniendo en cuenta lo que implican los packs de baterías de litio (casi la cuarta parte).
El equipo de realización está compuesto por treinta ingenieros que justamente hablan de sus baterías como innovadoras y que hacen la diferencia frente a otros super deportivos. La forma del ¨Vega¨es muy atractiva y suficiente para merecer un espacio entre los últimos logros tecnológicos de países que, como en este caso, no registran antecedentes trascendentes en la industria automotriz.
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