No me gusta esta Fórmula Uno! Y somos muchos. Nada tiene que ver el dominio de Mercedes Benz, pues no es la primera vez que hemos visto esto (recordar épocas de gloria de Mc Laren, por ejemplo) sino que la que se supone es el vértice de la pirámide del automovilismo mundial suena mal, no tiene gran perfomance y está sometida al control del flujo de combustible, determinando estrategias que no se ven, pero se sienten.
Veamos un detalle: Stephane Richelmi, con su auto del equipo DAMS fue mas rápido en la clasificación de la GP2 que los de varios pilotos de la F1, como Chilton, Bianchi, Ericsson y Kobayashi.
En fin, salvo aquellos muy involucrados y que “deben” opinar en forma favorable, la gran mayoría sentimos que la FIA obligó a la F1 a un paso atrás, que en este caso voy a medir a través de un comparativo con la GP2, motorizada por los V8. Seguir por TV una vuelta a bordo de un auto de esta categoría es reencontrarse, en parte, con el sonido que debe ser, a diferencia de ver una de F1, de lastimoso marco sonoro.
Por citar a otro mas que critíca, veamos lo que dijo Graeme Lowdon, director deportivo de Marussia: “son las normas y no podemos hacer nada, pero no podemos criticar a los aficionados por pedir mas ruido, son gente a la que es importante escuchar…”
Y sí…mas bien. Son los que pagan el espectáculo, en el circuito y a través de la TV y a quienes no se tuvo en cuenta con tal de meter, a prepo, esta versión híbrida de una F1 demasiado grande para que quepa en una caja de zapatos. Eso es lo que siento que han hecho, por politiquería (y ojo que Ecclestone estuvo siempre en contra). A Todt y la FIA les pareció que había que acompañar la línea de una industria automotriz que busca reducir el consumo, generando alternativas, pero desconociendo un hecho muy claro y es que en el mundo cada vez se consume mas y mas combustible derivado del petróleo.
La nueva legislación fue espectacularmente aprovechada por Mercedes -que mucha experiencia tiene en estos motores y viene hace mucho en el tema de generación híbrida- y esto nos lleva a dos carreras en una. La primera, entre ambos autos del equipo de Toto Wolff, y la restante por ver quien llega a completar el podio. Me dió lástima ver como las flechas de plata le sacaron una vuelta al cavallino, devenido en matungo, ayer en Montmeló.
La Fórmula Uno dió un paso atrás en cuanto al público y no será fácil instrumentar paliativos, como por ejemplo “hacer sonar” un poco mejor a sus autos. El problema es mas profundo y la máxima categoría debió haber dado pasitos mas cortos y uno como éste, con un nuevo y pesado reglamento que se le ha caído sobre el dedo gordo del pie.
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