La receta de Peugeot en Imola: eficiencia y un mago

Davidson y Bourdais festejan en el podio un gran día para Peugeot.

El 1-2 del equipo Peugeot en las 6 Horas de Imola tuvo dos componentes fundamentales y de casi igual valor: el técnico y el humano.  En el aspecto técnico la victoria de los 908 sobre los Audi R18 TDI se basó en una mayor eficiencia mecánica que se reflejó en un menor consumo de combustible de los motores V8 HDI franceses frente a los V6 TDI germanos y en un mejor trato de las gomas Michelin. Olivier Quesnel, director de Peugeot Sport, explicaba que las condiciones climáticas, mas cálidas en Italia que en Le Mans tres semanas antes, contribuían a que sus chasis trabajaran mejor en el apartado de los neumáticos, cosa que les permitía aprovechar aun mas su ventaja en el tema del consumo.  Los coches del león daban una vuelta mas por depósito de 75 litros de gas-oil que sus rivales y eso a lo largo de 6 horas se hacía notar,

además del ritmo en pista que resultaba mas consistente.

UN MAGO AL VOLANTE.-

Con los coches que describimos antes, los pilotos parece que lo tuvieron fácil para ganar, pero nada mas lejos de la verdad.  Se tuvieron que ganar el sueldo minuto a minuto en una pista estrecha y congestionadísima con 49 máquinas girando a ritmos diferentes.  Asombrosamente no hubo ni una salida del safety car, tal vez porque los pilotos de todas las categorías tomaron debida nota de lo sucedido en Le Mans y se cuidaban muy bien de controlar los espejos. Sin embargo, las cámaras de a bordo de los punteros mostraban lo complicado de circular a un buen ritmo en esas condiciones y en esa tarea hubo uno de los “sprinters” de Peugeot que se llevó la palma sin lugar a dudas, el británico Anthony Davidson.

Ya su tiempo de clasificación indicaba que este “Mago” del volante contaba con un puntito mas de ritmo que sus compañeros, pero lo que hizo cuando su compañero Sebastien Bourdais le pasó el coche en la vuelta 60 fue “de alquilar balcones” como decían las abuelas.  El coche Nº 8 había parado una vuelta antes, quedando a cargo de Stéphane Sarrazin, un hombre que normalmente es muy veloz, pero que en Imola no parecía encontrarse cómodo.  Para colmo de males se tuvo que tirar los 50 y pico de minutos del primer stint sin poder beber, porque no le habían conectado el correspondiente tubo.  Pues Sarrazin tiraba del pelotón sin mayores problemas, pero Davidson marcaba un ritmo por detrás que era realmente infernal, convirtiendo en nada una diferencia de mas de 40 segundos al momento de llegar a la siguiente parada que los coches azules realizaban juntos en la vuelta 91.  El “Mago Anthony” conseguía salir por delante de su compañero y el Nº 7 se hacía con la punta de la carrera.  Sobre la vuelta 100 hubo un momento de tensión, cuando Davidson llegaba a la cola del Audi de Tom Kristensen para sacarle una vuelta y el danés no se lo puso fácil, llegando a tocarse los dos. Los comisarios de la prueba investigaron el incidente, pero lo consideraron “un hecho de carrera”.

AUDI TENDRÁ QUE TRABAJAR.-

La marca de Ingostadt venía con dos coches nuevos, con nuevo paquete aerodinámico y mas efecto “suelo”, y esperaba realizar un buen papel en el complicado circuito de Imola.  Lamentablemente las cosas no se les dieron como pensaban porque los R18 TDI carecían del ritmo mostrado en Le Mans, consumían mas combustible y además sumaban un problema de calentamiento de los frenos delanteros porque los autos levantaban la goma y la suciedad de la pista que taponaba los conductos de refrigeración.  Esto les significó a los pilotos tener que cambiar el balance de frenada mas hacia el eje trasero, descompensando toda la puesta a punto de los coches.  También se perdían valiosos segundos en boxes con la limpieza de los conductos delanteros. Por lo tanto, caras largas por el lado de los alemanes que no se fueron contentos con su tercer y cuarto puestos.  Lo único bueno para ellos es que disponen de un par de meses para trabajar hasta la próxima fecha de Silverstone, pero tendrán que hacerlo a destajo para solucionar los temas de consumo y de diseño de sus chasis.  La ventaja de sus rivales es grande, especialmente en las carreras cortas.

ÚLTIMA HORA MOVIDITA.-

Nos habíamos quedado en la vuelta 100 y la carrera se desarrollaba sin grandes incidentes y en la vuelta 155 se producía el cambio de pilotos del coche Nº 8, tomando Franck Montagny el volante de manos de Sarrazin. Una vuelta mas tarde Davidson le pasaba el coche líder a su compañero Sébastien Bourdais, con quien compartía butaca por primera vez por cierto. El francés, de  Le Mans nada menos, no desentonaba con su ritmo, pero tuvo la mala suerte de sufrir el contacto de un coche de GTE (aparentemente un BMW M3) que al ser adelantado le “cortó” literalmente la rueda trasera izquierda.  Entrada no prevista al box y cabeza de carrera que pasa a manos de Montagny, con los Audi a mas de una vuelta.  Bourdais se veía tocado anímicamente, pero conseguía sobreponerse a la adversidad y mantenía el tipo, cuando el líder se veía obligado también a parar imprevistamente por un pinchazo, provocado esta vez por algún objeto de los múltiples desechos que cubrían la pista. Las cosas se ponían en su sitio a nuestro juicio y el Peugeot Nº 7 tomaba velocidad de crucero rumbo a la bandera a cuadros. Por el lado de Audi también hubo trabajo con las ruedas, cuando Timo Bernhard sufría a su vez las consecuencias de la basura en pista.

La parada de Montagny en busca de combustible a un minuto de la hora de finalización de la carrera puso el último toque de dramatismo a unas 6 horas entretenidas, pero tranquilas en cuanto a incidentes en pista.

Peugeot vuelve casa mas líder de la Le Mans Cup (ILMC), con 132 puntos frente a 89 de Audi y con cierta tranquilidad en cuanto a su ventaja técnica actual. Seguramente no se cruzarán de brazos a esperar que el rival progrese y les alcance, por lo que sería de esperar alguna novedad para la cita de Silverstone.

DOSEFES

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