Esta vez en tierra, Sebastien Loeb participó de un día de tests programado por Citroën Racing en Girona. El francés ha estado manejado el C3 WRC 2017 para volver a revivir sensaciones y aclarar su posible vuelta a la competición en el Mundial de Rallyes en 2018.
Las sensaciones han sido buenas, según ha comentado el propio Sébastien Loeb. Pese a que llevaba cinco años sin pilotar un coche de estas características en piso de tierra, el francés se ha mostrado satisfecho con su sensaciones. Sin embargo, destacó que pese a que las pruebas han sido positivas, todavía no ha decidido nada en cuanto a su futuro en el WRC.
“ Para mí son casi cinco años que no conducía el World Rally Car en tierra. La sensación ha sido bastante buena y llegó muy rápidamente. Me siento cómodo en el auto. Para mí fue una buena sorpresa la sensación de que podía atacar con el auto, pero no tengo ninguna otra referencia de esta generación de WRC, así que no sé cómo estamos comparados con los otros autos. En las secciones serpenteantes me resulta muy fácil de conducir, en las secciones rápidas es un poco más complicado y en asfalto aún mas, ya que es difícil sentir el “grip” en la parte trasera de estos autos. Pero a excepción de esto, está bien, estamos trabajando estamos buscando soluciones diferentes, buscamos algo mejor, en general no está mal. Pero nada está decidido. Tenemos que pensarlo todo más tranquilamente”.
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